La acusadora del príncipe Andrés, Virginia Giuffre, es una de las víctimas más conocidas de los delitos sexuales perpetrados por el financiero estadounidense Jeffrey Epstein y su nombre ha surgido a menudo en el juicio a su cómplice, la socialité británica Ghislaine Maxwell. Así lo reseñó la revista digital Quién.
“Víctima perfecta”
Virginia Giuffre conoció a Ghislaine Maxwell en el verano de 2000, a los 16 años, cuando trabajaba en la residencia Mar-a-Lago, propiedad de Donald Trump en Palm Beach, Florida.
La socialité británica la habría atraído al hablarle de un hombre rico que buscaba una masajista. Pero en cuanto puso el pie en la residencia de Jeffrey Epstein, también en Palm Beach, los masajes tomaron un tono sexual.
Al igual que otras víctimas, Giuffre cuenta que era demasiado frágil para oponerse, después de haber sido víctima de abusos sexuales, lo que le llevó a escaparse de casa varias veces.
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