La violenta erupción del volcán submarino de Tonga, en el Pacífico Sur, y el posterior tsunami que provocó, mantuvieron en alerta durante el fin de semana pasado a medio mundo: de Japón a Chile y de Alaska a Australia. Además, hizo desaparecer una isla y algunos expertos afirman que su erupción podría haber provocado un mini tsunami en las Islas Baleares. ¿Cómo es posible?¿Se podía haber predecido?¿Es posible que haya otra erupción de estas características?
Por 20Minutos
José María Cebriá, investigador del Instituto de Geociencias del CSIC, cuenta que si bien es cierto que las erupciones explosivas son frecuentes en esta zona del planeta, “este caso ha sido excepcional”. “Probablemente la causa que ha favorecido la explosividad esté relacionada con las características del magma y otros factores, más que con la interacción con el agua”, explica.
Según el experto este fenómeno volcánico es bastante frecuente en la región. “Forma parte de lo que se conoce como el ‘anillo de fuego’ del Pacífico. Es la zona del planeta que concentra la mayor parte del volcanismo activo”. En concreto, la última erupción que afloró en superficie de forma violenta en esta zona fue en 2015. “No sabría decirte cuántos volcanes submarinos hay registrados, son cientos solo en el Pacífico Sur”, dice Cebrià.
Las erupciones no se pueden predecir con exactitud
En el estado actual de conocimiento, las erupciones no se pueden predecir con exactitud: “Ahora mismo no se puede saber si habrá más erupciones de esta explosividad”.
El investigador explica que lo que sí se puede conocer son las zonas activas y los lugares donde es probable que ocurran erupciones, pero para ello hay que contar con un buen sistema de observación de precursores sismícos, geoquímicos y geodésicos. “Si se tienen las herramientas necesarias es posible incluso avisar de una posible erupción, como ha ocurrido en La Palma, sin que por ello se pueda determinar con exactitud ni cuándo ni el punto concreto donde se producirá la erupción”,
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