Padres de una escuela de secundaria en Estados Unidos han montado en cólera después de que se difundiera una foto que muestra a una profesora pegando una mascarilla con cinta adhesiva en la cara de un joven estudiante en un aula.
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La foto, que se hizo viral en redes sociales, provocó la indignación de los padres, quienes compartieron sus preocupaciones con los líderes del distrito en una acalorada reunión de la junta escolar el jueves por la noche.
Tal y como recoge The Sun, la foto se compartió el 17 de enero, y fue tomada en una escuela de secundaria de Hatfield, Pensilvania. Hasta este viernes por la noche se desconocían las circunstancias que llevaron a la maestra a colocar cinta adhesiva en la parte superior y lateral de la máscara del niño.
Una publicación en el sitio web del distrito, del pasado mes de noviembre, decía que los estudiantes, el personal y los visitantes de la escuela debían usar máscaras en el interior “durante altos niveles de transmisión comunitaria”.
El Distrito Escolar de North Penn se disculpó por el incidente en un comunicado y dijo que el asunto estaba “siendo abordado” con la maestra involucrada.
“Una imagen tomada en una de nuestras aulas la semana pasada y que circula en las redes sociales no representa los valores universales que el Distrito Escolar de North Penn se esfuerza por inculcar tanto en nuestros estudiantes como en el personal”, dice el comunicado.
“Después de una investigación inmediata, se determinó que si bien el incidente fue aislado y no hubo intención de malicia, las acciones de la maestra fueron completamente inapropiadas e inaceptables, sin importar el contexto”, siguieron.
Los líderes del distrito se disculparon nuevamente en la reunión de la junta escolar del jueves, donde escucharon comentarios de padres preocupados.
La madre del niño dijo en el comunicado que nunca tuvo la intención de que la foto atrajera la atención nacional, y había accedido a compartirla con un grupo privado local para obtener apoyo antes de la reunión de la junta escolar.
Dijo que la situación estaba “totalmente fuera de control” y dijo que se convirtió en su “peor pesadilla”. “Aunque aprecio que tanto los padres como los grupos salgan en nuestra defensa, como se indicó anteriormente, esto se ha convertido en exactamente lo que quería evitar”, dijo.