Dentro de la estrategia de la guerrilla se mantiene infiltrar las primeras lineas.
Por El Tiempo
La guerra que el Eln protagoniza en Arauca para mantener el control de las rentas ilegales, y que ya deja más de 28 personas muertas, no es el único frente que esa guerrilla tiene abierto en el país.
Desde Cuba y Venezuela los integrantes del Comando Central, Coce, del Eln, habrían ordenado además poner en marcha un plan que denominaron ‘Elenizar la ciudad, urbanizar nuestro proyecto’, que busca hacer presencia en ciudades capitales a través de lo que denominan “terrorismo de baja intensidad”.
Esa es una de las conclusiones que se plasma en un informe de inteligencia conocido por EL TIEMPO y que da cuenta de los planes del Eln para mostrar poder militar y político, de cara al proceso electoral que avanza en el país con miras al Congreso y la Presidencia.
El objetivo, de acuerdo con el documento, es presionar un eventual acercamiento con el nuevo Gobierno (a partir del 7 de agosto), esto ante la imposibilidad de cualquier acercamiento con el presidente Iván Duque.
Además con esa estrategia pretenden mayor visibilidad ante la comunidad internacional y que la presión desde el exterior aumente para que se avance en una exploración de paz.
Fuerza Pública, principal punto de ataque
De acuerdo con el informe, para ello la guerrilla pretendería ejecutar varias acciones terroristas (cuyos blancos principales son los integrantes de la Fuerza Pública), en Bogotá, Cali, Cúcuta y Barranquilla.
Esa guerrilla de hecho este año ya se atribuyó el atentado contra un camión que transportaba a integrantes de la Unidad Móvil Antidisturbios (Esmad) en Cali y que dejó a 13 uniformados heridos.
El ataque se lo atribuyó a través de un comunicado el Eln y advirtió que era una represalia por la muerte de alias Fabián, quien fungía como jefe del frente de Guerra Occidental; Tras un consejo de seguridad extraordinario el ministro de la Defensa, Diego Molano Aponte, sindicó a José Benigno Guzmán Mora, conocido con los alias de Julián o ‘Rolo’, de estar detrás de la acción terrorista, por quien se ofrecen 1.000 millones de pesos en recompensa por información que permita su ubicación y captura.
El documento en el que se analiza la estrategia de la guerrilla, se plantea que cada acción terrorista que se ejecuta “tiene impacto directo en los ciudadanos que se ven enfrentados al caos, miedo y zozobra, como el que se registró en todo el país tras la activación del carro bomba en la Escuela de Policía General Santander (enero de 2019), en la que fueron asesinados 22 jóvenes que hacían su curso de oficiales”.
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