Édgar Vivar nunca pensó en que tenía talento suficiente para la actuación, pero dejar su anterior empleo probablemente fue lo mejor que pudo haberle pasado.
Por infobae.com
El Chavo del 8, una sencilla historia que por más de 10 años encantó a los televidentes mexicanos y latinoamericanos, trajo consigo varios de los personajes más entrañables que ha tenido la televisión.
La Chilindrina y su padre, Don Ramón, encantaron con su (im)perfecta relación. Quico y Doña Florinda causaron algunos problemas con los inquilinos de la vecindad. Cómo olvidar al Chavo, aquel pequeño huérfano que se cobijó en el cariño de sus vecinos.
Sin embargo, entre los más importantes también se puede mencionar al Señor Barriga, dueño de los departamentos donde vivieron todos. Aunque en ocasiones parecía el malo, por sus actitudes tomadas o el cobro de las rentas, también se robó algunos corazones.
Édgar Vivar es el actor responsable de darle vida a este personaje siempre trajeado y con un maletín. Su paso por el mundo del entretenimiento ha sido muy prolífico, pues apareció en un sinfín de series y películas, como La Familia P. Luche, El Orfanato, Cita a ciegas, Minions y Méteme gol.
Aunque es reconocido por sus papeles, antes de integrarse a este trabajo, tuvo que tomar una complicada decisión para saber si abandonar o no su anterior empleo, en el cual también quería formar una carrera muy exitosa.
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Nació el 28 de diciembre de 1948 en la Ciudad de México. Aunque en 1964 terminó sus estudios como actor de teatro por el Centro Universitario de Teatro (CUT) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), decidió estudiar otra carrera.
De este modo llegó a la Facultad de Medicina de la Máxima Casa de Estudios para convertirse en Médico. Luego de culminar su carrera y especializarse como obstetra (se ocupa del embarazo) inició a laborar en el sector salud.
No obstante, poco tiempo después, Roberto Gómez Bolaños, Chespirito, lo buscó para platicar sobre el proyecto que estaba a punto de estrenar, llamado El Chavo del 8. De inmediato aceptó y se convirtió en el segundo actor contratado para el show, pues la primera fue Florinda Meza.
En una entrevista que concedió a CNN en 2014, Vivar recordó que su llegada a la actuación también le sorprendió, ya que siempre fue fanático de ver cine, pero a pesar de sus estudios en teatro, nunca se dio cuenta de su talento para la actuación.
“El caer en la actuación fue una manera fortuita. Yo nunca me había percatado que tenía talento como actor. Era buen cinéfilo de butaca, pero nunca pensé que me iba a dedicar a esto. Mi misión y visión en la vida era ser médico”, declaró.
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Sobre sus años como el Señor Barriga, reconoció durante un encuentro con Infobae México que siempre consideró por mucho tiempo a Ramón Valdés y a Chespirito como dos de sus mejores amigos, con quienes vivió de todo durante sus vidas.
Con el actor que interpretó a Don Ramón siempre tuvo una amistad más cercana “Extraño mucho eso, sobre todo por cómo me llevaba con Don Ramón, era bien ocurrente, él era mi vecino, siempre me hacía reír con frases de mucha sencillez”, dijo.
Además, rememoró la manera como se acompañaron en la muerte de Germán Valdés Tin Tan. Dijo que fue un proceso muy doloroso para su hermano menor (Ramón Valdés), quien no le lloró en su momento, pero cuando pasó un tiempo se deshizo en lágrimas y Édgar Vivar estuvo a su lado, apoyándolo.
Finalmente, la relación más discreta fue con Angelines Fernández, la Bruja del 71, pero no fue intencional, ya que la actriz era muy reservada, actitud que siempre comprendió debido a los momentos difíciles que vivió durante su juventud, como su época de guerrillera durante la dictadura franquista en España.