Las donaciones de los fieles al Vaticano, la principal entrada de sus presupuestos, siguen desplomándose y la bajada se ha agudizado en estos últimos dos años también a causa de la pandemia, y en 2021 se prevé que el descenso es de “al menos un 15 %”, según explicó hoy el responsable de la Economía de la Santa Sede, el español Juan Antonio Guerrero Alves al presentar los Presupuestos para 2022.
“Dependemos mucho de unos ingresos inciertos que vemos que disminuyen cada año en este tiempo de pandemia. La mayor parte de los donativos de los fieles es a través de la colecta del Óbolo de San Pedro en las iglesias y la asistencia en tiempos de COVID se ha reducido. Esto debe hacernos pensar en otros métodos de solicitar la ayuda de los fieles y de recibir donativos”, señaló el prefecto de la Secretaría de Economía en una entrevista a los medios vaticanos.
El “ministro” de Economía vaticano destacó que en 2021 se ha vuelto a experimentar un descenso respecto al año anterior y que “no será menor del 15 %”.
Si en 2020 la colecta total del Óbolo fue de 44 millones, en 2021 no creo que supere los 37 millones. La disminución de 2021 se suma a la que hubo entre 2015 y 2019, del 23 %, y del 18 % de 2020, primer año de pandemia”, detalló.
Respecto a las cuentas de 2021, que se presentarán a mitad de año, confirmó que se esperan pérdidas por 49,7 millones de euros.
Guerrero espera hacer frente a esta falta de ingresos mejorando la eficiencia interna y optimizando el rendimiento del patrimonio, pues aseguró que “la gran parte de la propiedad inmobiliaria (del Vaticano) no tiene beneficio económico sino solo social y a veces tiene costes económicos”.
También explicó que se necesita “buscar modos de atraer más donaciones” y que “el primer requisito es la transparencia y el dar cuenta con limpieza, en lo que creo que hemos dado muchos pasos. Aparte de dar cuenta cada año por este medio del presupuesto y del balance, este año esperamos dar cuenta de las entradas y salidas del Óbolo y enviar a las Conferencias Episcopales para su conocimiento las cuentas de la Santa Sede”, explicó.
Al respecto, sobre la operación de compra venta del edificio de Londres, cuyas irregularidades y pérdidas de más de 100 millones para las arcas de la Santa Sede ha acabado en los tribunales, Guerrero aseguró que “ya está firmado el contrato de venta” y que “el edificio ha sido vendido por encima de la valoración”, aunque no dio cifras.
Sobre el presupuesto para este año, el Vaticano informó de un cambio en la metodología al incluir dentro de los presupuestos de la Santa Sede 90 instituciones católicas, respecto a las 60 que se consideraban hasta este año. De esta manera las entradas previstas para 2022 serán 769,6 millones y se prevén salidas por 803 millones, lo que supone que habrá un déficit de 33,4 millones.
Guerrero aseguró que se ha vuelto a preparar un presupuesto aún más restrictivo con los gastos de la curia que alcanzan un nuevo mínimo histórico de 289 millones, respecto a los 293 de 2021.
En los presupuestos de la Iglesia católica, los mayores gastos son, con un 21 %, los destinados a ayudar a las Iglesias locales en dificultad, mientras que el gigantesco Dicasterio de la Comunicación ocupa un 16 % del gasto, cerca de 37 millones de euros anuales.
EFE