La Guardia Costera de EE.UU. suspendió la búsqueda de las víctimas del naufragio cerca de las costas de Florida de una embarcación con migrantes, de los que solo sobrevivió un colombiano cuyos padres rogaron a las autoridades estadounidenses para que lo dejen permanecer en el país.
La operación de búsqueda por mar y tierra lanzada el martes pasado concluyó este jueves por la tarde, de acuerdo con un comunicado emitido por la Guardia Costera.
Cuatro cuerpos de personas que iban en la barca de 25 pies (7,6 metros) de eslora fueron rescatados de las aguas, por lo que —de acuerdo con el testimonio del sobreviviente, que dijo que iban 40 personas a bordo—, quedarían 34 cuerpos en el mar.
La Guardia Costera no ha facilitado detalles del sobreviviente, que está en un hospital bajo la custodia de agentes de migración, ni de las otras personas que viajaban en la barca que partió el sábado pasado de Bimini, una de las islas del archipiélago de las Bahamas, y se hundió el domingo a unas 40 millas (64 km) al este de la ensenada de Fort Pierce, a unos 200 km por tierra de Miami.
Sin embargo, ya se sabe que se trata de Juan Esteban Montoya, de 22 años y natural de Guacarí (Colombia), porque sus padres han hablado con la prensa desde esa localidad.
La otra única víctima identificada es una hermana de Juan Esteban, de 18 años.
Los padres de ambos, Edwin y Marcia Montoya, imploraron a las autoridades de Estados Unidos que permitan a su hijo quedarse en este país.
“Que comprendan esta situación. Que comprendan a una madre que esta devastada. Desecha. Por haber perdido a su hija”, dijo Marcia en unas declaraciones recogidas por Telemundo.
El padre agregó: “que se pongan la mano en el corazón. Que miren lo que él ha vivido. Lo que él ha sufrido. Por favor, liberen a mi hijo, que es lo que más les pido”.
Juan Esteban Montoya sobrevivió al naufragio subido al casco de la barca, que se volcó debido a la mala mar y las inclemencias del clima.
Ni él ni los otros 39 ocupantes de la barca llevaban salvavidas, según dijo a su madre, con la que habló por teléfono.
Fue rescatado el martes por el capitán de un barco que lo avistó flotando a la deriva sobre la embarcación y comunicó a la Guardia Costera lo sucedido.
“Desafortunadamente, hemos llegado al momento más difícil en cualquier caso de búsqueda y rescate y ese es el punto en el que decidimos cuándo dejar de buscar activamente”, dijo la capitana Jo-Ann Burdian, comandante del Sector de la Guardia Costera de Miami.
“Después de una cuidadosa consideración de toda la información disponible, incluidas las condiciones climáticas, la cantidad de personas que se metieron al agua sin chalecos salvavidas, el tiempo transcurrido desde la fecha del accidente y una búsqueda incesante en un área más grande que Massachusetts, es con gran pesar que he decidido suspender la búsqueda”, agregó.
La investigación para determinar si hubo un delito de tráfico de personas en este caso sigue adelante, según dijo Anthony Salsibury, agente especial del Departamento de Seguridad Interna a cargo del expediente.
La búsqueda comenzó el martes por la mañana y cubrió un área de más de 10.500 millas cuadradas (más de 27.000 km cuadrados). EFE