Las ocho claves del informe sobre el “PartyGate” en Downing Street

Las ocho claves del informe sobre el “PartyGate” en Downing Street

Foto archivo

 

La alta funcionaria Sue Gray ha investigado 16 reuniones sociales en diversos departamentos del Gobierno del Reino Unido entre el 15 de mayo de 2020 hasta el 16 de abril de 2021, periodo en el que estaban vigentes restricciones por la pandemia de coronavirus.

Doce de esos eventos son objeto de una investigación policial formal, por lo que Gray estaba obligada a dejar fuera cualquier detalle sobre ellos, mientras que ha rehusado voluntariamente a profundizar en los otros cuatro para mantener un “equilibrio” en la presentación de sus hallazgos.

Aunque la propia Gray advierte que se ha visto “extremadamente limitada” sobre los datos que puede sacar a la luz, el documento publicado este lunes examina los fallos que pudo cometer la administración británica al organizar esas reuniones.

Estas son las principales claves del informe:

1. JOHNSON, IMPLICADO

Entre las supuestas fiestas que investiga la policía se encuentra un evento en el jardín de Downing Street al que acudió el primer ministro, Boris Johnson (20 de mayo de 2020); una reunión en la sala del consejo de ministros en ocasión del cumpleaños de Johnson (19 de junio de 2020), así como un encuentro social en la residencia del número 10 de Downing Street (13 de noviembre de 2020).

2. INACCIÓN DEL GOBIERNO

El documento concluye que “no se hubiera debido permitir que diversas de esas reuniones tuvieran lugar, o bien se desarrollaran como lo hicieron”.

El primer ministro británico, Boris Johnson, espera al presidente de Gabón, Ali Bongo Ondimba, afuera del número 10 de Downing Street en Londres, Reino Unido. 20 de mayo, 2021. REUTERS/Henry Nicholls

 

3. LIDERAZGO CUESTIONADO

Hubo “fallos de liderazgo y de juicio” por parte tanto de Downing Street, despacho oficial de Johnson, como del Ministerio del Gabinete, en cuya sede se celebraron asimismo encuentros sociales.

4. DOBLE RASERO

Gray concluye que algunos de los eventos bajo su lupa no cumplieron los “estándares” que se esperan de aquellos que trabajan para el Gobierno ni tampoco aquellos que estaban obligados a observar los ciudadanos británicos en general, cuyas actividades estaban severamente restringidas en aquellos meses para minimizar contagios.

Un oficial de policía lleva una canasta de regalo para el primer ministro Boris Johnson y su compañera Carrie Symonds, enviados en ocasión del nacimiento de su hijo al número 10 de Downing Street en Londres, Gran Bretaña, el 01 de mayo de 2020. Los 66 millones de habitantes del Reino Unido están viviendo su sexta semana consecutiva de encierro a nivel nacional provocada por la pandemia en curso de la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2. (Reino Unido, Londres) EFE / EPA / ANDY RAIN

 

5. UN ANÁLISIS ÉTICO, NO LEGAL

La alta funcionaria subraya que no le corresponde a ella determinar si alguien violó las leyes que establecían esas restricciones, pero recalca que los miembros del Ejecutivo no valoraron lo suficiente si era “apropiado” convocar esas reuniones en vistas a lo que “estaba ocurriendo en el país”.

6. CRÍTICA A LA CULTURA DEL ALCOHOL

En vista de que la mayoría de los eventos se hicieron en torno a botellas de alcohol, el informe subraya que su consumo “excesivo” no es apropiado en un entorno de trabajo y pide al Gobierno que imponga unas normas claras a ese respecto.

Britain’s Prime Minister Boris Johnson delivers a statement at Downing Street after winning the general election, in London, Britain, December 13, 2019. REUTERS/Toby Melville

 

7. EL JARDÍN COMO ESPACIO DE TRABAJO

El Ejecutivo utilizó durante la pandemia el jardín de Downing Street como una “extensión del entorno de trabajo” para minimizar contagios entre el personal, algo que Gray considera adecuado. Alerta, sin embargo, de que ese mismo espacio se utilizó para reuniones sociales “sin autorización clara ni control”.

8. UN CLIMA HOSTIL A LA DISCREPANCIA

La cultura que rodeaba al Gobierno en aquel momento desincentivó que el personal que no estaba de acuerdo con la convocatoria de esas reuniones pudiera elevar sus quejas, advierte también el documento. EFE

 

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