Boris Johnson quiere acabar con las polémicas y el desgaste que envuelven a su figura, pero al primer ministro británico parece que no le está saliendo del todo bien el plan. Por lo pronto, este martes nombró a uno de sus principales aliados, Jacob Rees-Mogg, como nuevo responsable gubernamental para las “oportunidades del Brexit”, en un ligero retoque a su Ejecutivo con el que espera recuperar la iniciativa política perdida en las últimas semanas.
Por 20minutos
Downing Street, la oficina del primer ministro británico, señaló en un comunicado que la reina ha aprobado el nombramiento de Rees-Mogg, hasta ahora jefe de los conservadores en la cámara baja, como nuevo secretario de Estado para las Oportunidades del Brexit y la Eficiencia Gubernamental. Pero ese ‘maquillaje’ de su Ejecutivo no hace olvidar el último lío en el que se ha visto envuelto después de que el acoso de un grupo de manifestantes al líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, haya sembrado nuevas dudas sobre el comportamiento reciente líder conservador, que acusó falsamente al dirigente opositor de no investigar durante su etapa en la Fiscalía al presentador Jimmy Savile, acusado de cientos de abusos sexuales.
La Policía tuvo que escoltar al líder laborista y detuvo a dos personas por estos incidentes, condenados por el propio Johnson. “Todo acoso a nuestros representantes electos es completamente inaceptable”, afirmó el premier en Twitter, en un mensaje en el que alabó la “rápida” respuesta de las fuerzas de seguridad.
Downing Street niega que lo ocurrido tenga algo que ver con las declaraciones de Johnson y deja claro que el jefe del Gobierno no se disculpará. “Tiene otras cosas de las que ocuparse hoy”, ha sentenciado una fuente consultada por la cadena BBC, después de que varios diputados, incluidos conservadores, sí hayan vinculado públicamente los dos hechos.
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