El Departamento de Seguridad Nacional pondrá en marcha en las próximas semanas un nuevo programa piloto en Houston (Texas) y Baltimore (Maryland) para vigilar a los inmigrantes indocumentados que aguardan su cita ante una corte sin necesidad de internarlos en un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), según ha adelantado este martes la web informativa Axios.
El nuevo programa prevé imponer confinamiento en casa y toques de queda para mantener controladas a personas indocumentadas. En un principio afectará sólo a unos 200 inmigrantes, pero está previsto que se extienda al resto del país a finales de este año.
Actualmente hay casi 180,000 inmigrantes que ya están siendo controlados con tobilleras y otros dispositivos de seguimiento GPS, luego de que el Gobierno que preside Joe Biden dejara de detener a familias de migrantes en centros de ICE e impulsara nuevos medios de seguimiento para el resto de indocumentados.
El Departamento de Seguridad Nacional está recurriendo además con mayor frecuencia a otros medios de seguimiento, como brazaletes o teléfonos rastreables, para los solicitantes de asilo que cruzan la frontera y son puestos en libertad con cita para comparecer ante una corte migratoria.
“Los [programas] alternativos a la detención son un método eficaz para el seguimiento de los no ciudadanos liberados de la custodia de la Patrulla Fronteriza que están a la espera de sus procedimientos de inmigración”, dijo un portavoz a Axios.
Los inmigrantes esperan ahora una media de casi tres años para que sus casos sean examinados ante un corte, según datos de la Universidad de Syracuse.
Aunque la Administración ha puesto fin a la detención de familias migrantes, sigue devolviendo a miles en la frontera bajo la política conocida como Título 42 que el expresidente Donald Trump puso en marcha en 2020 como medida de prevención ante la pandemia.
También ha vuelto a implementar el programa Quédate en México, que obliga a los solicitantes de asilo a permanecer en el vecino mientras se resuelven sus casos en territorio estadounidense país.
Las autoridades fronterizas realizaron 1.9 millones de detenciones a lo largo de la frontera con México en 2021. La mayoría de los inmigrantes fueron expulsados al país vecino o a sus países de origen en virtud del Título 42.
Alrededor del 20% de los inmigrantes detenidos fueron puestos en libertad a la espera de las audiencias sobre sus solicitudes de asilo, lo que supone un descenso con respecto al 56% de antes de la pandemia, según The Wall Street Journal.