La historia del dueño de una tienda de muebles que perdió casi diez millones de dólares apostando en el Super Bowl

Jim “Mattress Mack” McIngvale, un empresario de Texas, efectuó una de las apuestas individuales más altas de la historia.

Por infobae.com

“Mattress Mack” perdió USD 9,5 millones apostando a que los Cincinnati Bengals ganarán el Super Bowl, pero dormirá bien esta noche. Eso es porque el hoy célebre apostador, cuyo verdadero nombre es Jim McIngvale, vendió USD 20 millones en muebles gracias a una promoción que cubrió con su apuesta por los Bengals.

McIngvale, propietario de la tienda de muebles Gallery Furniture con sede en Houston, realizó una gran promoción previa a la gran final del fútbol americano. Si los Bengals ganaban, McIngvale les hubiera reembolsado a cualquier cliente que comprara y tomara posesión de un colchón o sillón reclinable de USD 3.000 antes del inicio del partido. El empresario aseguró a Forbes que las ventas fueron “espectaculares” y que vendió USD 1 millón en muebles solo el domingo por la mañana, para alcanzar su meta de USD 20 millones en ventas.

Cuando se le preguntó cómo superaría una pérdida por casi 10 millones de dólares, dijo que simplemente se las arreglaría con “una buena noche de descanso en una cama cómoda”.

Los Rams derrotaron a los Bengals en el Super Bowl

Con su apuesta por USD 9,5 millones jugaba la oportunidad de ganar USD 16,2 millones netos si los Bengals de Cincinnati vencían Los Ángeles Rams, en una competencia que paralizó a los EEUU. Con una dramática remontada final, los Rams vencieron por 23-20 y obtuvieron su segundo “súper tazón”.

Para “fondear” la apuesta, McIngvale estuvo realizando una promoción en su tienda, por la que ofreció reembolsar cualquier compra de USD 3.000 o más si los desvalidos Bengals ganaban el Super Bowl en su edición 56. De esa forma, utilizó sus apuestas gigantes para mitigar el riesgo financiero que para su negocio significó la ambiciosa promoción.

McIngvale cruzó la frontera entre Texas y Louisiana el viernes por la mañana, se detuvo en una parada de descanso y colocó la apuesta de USD 5 millones en la aplicación móvil de Caesars Sportsbook con una probabilidad de +170. La semana pasada, ya había hecho una apuesta de línea de USD 4,5 millones a los Bengals en el sitio Caesars Sportsbook en Louisiana. “Bueno, vendí las ganancias de la primera inversión”, le dijo McIngvale a ESPN el viernes, cuando cumplió 71 años. “Así que tuve que hacer otra”, acotó.

Jim “Mattress Mack” McIngvale vendió tantos muebles en una semana que pudo permitirse el lujo de hacer una apuesta gigante en el Super Bowl

“Me imagino que es más como tirar una moneda al aire”, aceptó McIngvale. “Podría reducirse a un gol de campo final, como muchos de estos emocionantes juegos de playoffs”, había vaticinado el exitoso comerciante.

Caesars Sportsbook informó que su apuesta de USD 5 millones por los Bengals del viernes fue la apuesta individual más grande que se efectuó en la compañía, por encima de una apuesta de USD 4,9 millones a los muy favorecidos Saint Louis Rams para vencer a los New England Patriots en la edición 36 del Super Bowl.

“Caesars, al menos por el momento, es fanático de los Rams”, bromeó Ken Fuchs, director de Caesars Sportsbook, en un comunicado de prensa.

Fanáticos del fútbol americano siguieron por televisión la definición del Super Bowl

También han comenzado a aparecer otras apuestas de siete cifras en el Super Bowl. DraftKings informó el jueves que tomó un parlay (apuesta combinada) de dos apuestas de USD 1 millón a los Bengals. El parlay, que se colocó en el Casino Queen en Illinois, tenía una ganancia neta potencial de USD 4,15 millones.

McIngvale había apostado USD 9,5 millones con la oportunidad de ganar USD 16,2 millones netos si los Bengals ganaban el Super Bowl el domingo. Pero perdió

Los Rams no estaban pensando en el mañana. Hipotecaron su futuro con tal de darse una genuina posibilidad de ganar un título y conquistar a sus nuevos fans de Los Ángeles. Hoy, los Rams son campeones por primera vez desde que están en la ciudad californiana y todas esas arriesgadas apuestas terminaron pagando dividendos.

“Estoy orgulloso de formar parte de un grupo que nunca tuvo miedo de ser agresivo”, sentenció el entrenador en jefe Sean McVay. “Muchos nos miraron de reojo, pero acá estamos”, confió.