Jaime Felipe Lozada, representante a la Cámara por el departamento del Huila, hijo de los excongresistas liberales Gloria Polanco, secuestrada por las Farc; y Jaime Lozada, asesinado también por esta guerrilla, ratificó las graves denuncias en contra de Piedad Córdoba a quien se le señala de haberse puesto de acuerdo con la cúpula de este grupo alzado en armas para retrasar la liberación de los plagiados y así obtener réditos políticos.
Por eltiempo.com
“El poder y el grado de influencia de Piedad Córdoba en el gobierno venezolano y en la guerrilla era impresionante, se podría decir que era quien coordinaba y articulaba la relación entre Hugo Chávez y las Farc”, afirmó Lozada. “No se movía una hoja sin su consentimiento, ella definía quien salía y quien no”, aseguró.
Lozada dijo que tras ver el informe de Noticias Caracol sobre las gestiones de Piedad Córdoba para liberar a los secuestrados puede decir “que gran parte de lo que dice Andrés Vásquez –quien era el jefe de prensa de la hoy aspirante al Senado por el Pacto Histórico- es cierto, pues como hijo de Gloria Polanco y en Venezuela lo pude constatar”.
Lozada contó que en Caracas y “mientras esperábamos la liberación de mi mamá gracias a la intermediación del Gobierno venezolano conocí a Andrés Vázquez, quien en efecto era el hombre de confianza de Piedad Córdoba y era el encargado de coordinar las citas con los jefes guerrilleros”.
Lozada, en un hilo en su cuenta de Twitter dijo, además, que “las reuniones eran diarias en los barrios de Caracas en donde vivían protegidos por Chávez los comandantes guerrilleros, especialmente Iván Márquez en el barrio 23 de enero de la capital venezolana, las reuniones eran coordinadas por Andrés Vázquez”.
En ese momento, según valoración de Lozada, Piedad Córdoba “tenía inclusive dentro del régimen chavista más poder que el mismo canciller Maduro, por lo menos en cuanto a los secuestrados se trataba”.
“La historia debe ser escrita por nosotros las víctimas, sin sesgos y con la fuerza que otorga la verdad, no podemos permitir que nos trastoquen las verdades y acontecimientos padecidos”, concluyó.
Lozada es miembro de una familia que ha sufrido todos los rigores de la violencia en Colombia. Tenía 15 años cuando en la noche del 26 de julio de 2001, los guerrilleros de las Farc atacaron el edificio Miraflores, en Neiva, y le secuestraron, junto a su madre, Gloria Polanco de Lozada; su hermano, Andrés Felipe, y otras 13 personas más.
Pasó en cautiverio tres años, hasta que fue liberado junto a su hermano tras el pago de un rescate, mientras que su madre permaneció secuestrada hasta el 28 febrero de 2008.
Su padre, el senador Jaime Lozada, fue asesinado por las Farc el 3 de diciembre de 2005.