El oeste norteamericano se está viendo afectado por la peor sequía en 1.200 años, intensificada por el cambio climático, según una investigación realizada por la Universidad de California (UCLA por sus siglas en inglés).
Se trata además de un período de sequía extrema que ya se ha prolongado durante más de dos décadas, según el estudio que publica Los Ángeles Times, que precisa que esas áreas sufren los 22 años más secos de los últimos 1.200.
En su investigación, los científicos examinaron las principales sequías en el suroeste de América del Norte desde el año 800 y determinaron que la desecación de la región en lo que va de este siglo ha superado la gravedad de una megasequía que tuvo lugar a finales del siglo XVI, por lo que este período seco ha batido un nuevo récord.
Los autores del estudio también concluyeron que las condiciones secas probablemente continuarán durante este año y, a juzgar por el pasado, pueden persistir durante algunos más.
Además, concluyeron que la sequía actual no sería tan severa sin los efectos del calentamiento global.
Estimaron que el 42% de la gravedad de la sequedad se debe a las altas temperaturas, superiores a las habituales, causadas por la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Y desde el año 2000, el déficit de humedad del suelo ha sido dos veces mayor que durante cualquier sequía del siglo XX.
Incluso si la lluvia volviera, es probable que el impacto dure en la zona que va desde el sur de Montana hasta el norte de México y desde el Océano Pacífico hasta las Montañas Rocosas.
“Es muy poco probable que esta sequía pueda acabar con un solo año húmedo”, dijo el autor principal del estudio, Park Williams, geógrafo de la UCLA.
“Los resultados son realmente preocupantes, porque muestran que las condiciones de sequía que enfrentamos ahora son sustancialmente peores debido al cambio climático”, dijo Park Williams, científico climático de la UCLA y autor principal del estudio, publica el diario angelino.
“Pero también hay bastante margen para que las condiciones de sequía empeoren”, incidió Williams quien, junto a varios colegas, compararon la sequía actual con otras siete megasequías que se produjeron entre los años 800 y 1500 y que duraron entre 23 y 30 años.
Para ello utilizaron registros antiguos de estos periodos de lluvias escasas capturados en los anillos de crecimiento de los árboles.
Los núcleos de madera extraídos de miles de árboles permitieron a los científicos reconstruir la humedad del suelo hace siglos. Utilizaron datos de árboles en alrededor de 1.600 lugares en toda la región, desde Montana hasta California y el norte de México.
El estudio, publicado por la revista Nature Climate Change, se suma a un creciente grupos de investigaciones que muestran que el oeste de Estados Unidos se enfrenta grandes desafíos a medida que la quema de combustibles fósiles continúa elevando las temperaturas, lo que intensifica la tendencia a la sequía.
El pasado agosto, esta sequía crónica en el oeste de Estados Unidos llevó al gobierno federal a imponer las primeras restricciones de agua en el lago Mead, el mayor embalse artificial del país, alimentado por el río Colorado.
EFE y AFP