La ONU está trabajando para crear alojamientos temporales en Colchane e Iquique, al norte de Chile, donde han quedado varados decenas de migrantes, en su mayoría procedentes de Venezuela, a los que no se les permite entrar en Chile ni regresar a Bolivia.
La Organización internacional para las Migraciones, OIM, y el Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU, ACNUR, gestionarán la construcción de estos albergues, publica las Naciones Unidas en su portal.
El gobierno chileno declaró un estado de excepción en las comunidades norteñas de Arica, Parinacota, Tamarugal y El Loa a partir del 14 de febrero.
Además, la ONU afirma que la nueva normativa obliga a los migrantes a presentarse en un centro fronterizo de Colchane para someterse a una revisión obligatoria de sus antecedentes penales.
Sin embargo, a algunos de los que se les ha denegado la entrada en Chile también se les está impidiendo pasar a Bolivia por haber entrado a Chile en condición migratoria irregular.
La situación ha provocado el colapso del centro de migrantes de Colchane, ya que las autoridades locales señalan que no tienen los recursos para responder, reseña el órgano internacional.
En estas zonas se ha producido un flujo constante de migrantes que intentan entrar en Chile desde 2020, la mayoría de los cuales utilizan cruces irregulares desafiando el frío implacable de rutas de hasta 4000 metros sobre el nivel del mar.
Las autoridades indican que al menos 20 personas han fallecido a causa del frío extremo desde 2020, reseña la AFP.
Despliegue militar
Al menos 600 militares fueron desplegados el miércoles 16 de febrero para colaborar con las policías en el control de la migración irregular en cuatro provincias del norte de Chile, fronterizas con Bolivia y Perú.
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