El Sevilla ha puesto un pie en los octavos de final de la Europa League tras imponerse 3-1 al Dinamo de Zagreb este jueves en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán.
El Sevilla se adelantó con un tanto de penal de Ivan Rakitic (13) y Mislav Orsic hizo el empate 1-1 (41), pero en dos minutos Lucas Ocampos (44) y Anthony Martial (45+1) dispararon al equipo andaluz en el marcador.
Los sevillistas no pudieron empezar de mejor manera su andadura en su competición fetiche, tras su eliminación de la Champions, en un partido en el que fue claro dominador.
“El equipo ha competido bien”, dijo el técnico del Sevilla, Julen Lopetegui, tras el encuentro.
“Hemos conseguido este resultado que habrá que hacerlo bien allí porque seguro que va a ser un partido muy complicado”, añadió Lopetegui, advirtiendo que “las espadas siguen en alto”.
Los locales se adelantaron al cuarto de hora con un penal transformado por Rakitic, tras ser derribado Alejandro ‘Papu’ Gómez en el área croata por el arquero Dominik Livakovic (13).
Apoyado en el marcador, el Sevilla manejó el encuentro hasta que un error de Diego Carlos en el despeje dejó a Orsic sólo ante Bono para hacer el 1-1 (41).
La alegría croata apenas duró tres minutos porque en una gran reacción, el argentino Lucas Ocampos remató de volea para volver a adelantar al Sevilla (44) y Martial amplió la cuenta con un disparo cruzado (45+1) antes de ir al descanso.
En la vuelta de la pausa, el Dinamo de Zagreb dio un paso adelante, tratando de presionar la salida del balón del Sevilla.
Los croatas dieron un susto con un cabezazo picado de Rasmus Lauritsen que rechazó Bono y el balón acabó en los pies de Deni Juric que, con el meta sevillista en el suelo, remató raso al cuerpo del Bono (53).
Fue la única ocasión del Dinamo, que acabó yendo de más a menos.
El Dinamo trató de avanzar hacia la meta sevillista, pero los locales no tuvieron desmasiados problemas para desbaratar los ataques rivales.
El Sevilla mantuvo en todo momento las riendas del partido, superando sin demasiados problema la presión del Dinamo, que poco a poco fue replegándose hasta limitarse a contener los ataques sevillistas.
AFP