La muerte de Américo Martín puso de relieve la cantidad de personas que le tenían afecto… pero también permitió aflorar el odio que tanto daño nos hace.
Uso mis redes únicamente para comentarios sobre economía y política y poco para resaltar una vida que es la mía… o la de los amigos.
Mis “muros” son libres como el colibrí que cual helicóptero animal se suspende en vuelo entre las flores sin plan preestablecido: en ellos todos tienen acceso y pueden opinar lo que mejor se les ocurra.
Eso sí… todo lo permito mientras se razone: y hasta los caníbales pueden opinar… pero… si abusan… tendrán respuesta sólida y razonada.
Dicho esto vuelvo al fallecido: entre Américo Martín y este escribano siempre hubo el barranco de la ambivalencia que afortunadamente se salvó porque ambos teníamos carácter conciliador… algo raro en quien pasaba cómo “jefe guerrillero”… accidente que si realmente ocurrió… fue algo circunstancial porque lo importante de Américo fue su condición del político conciliador que muchas veces tuvo que darle paso a gente quizás menos merecedora del liderato… pero así es la vida.
En mis redes apenas supe la ausencia definitiva de Américo… lo publiqué y sabiendo lo llena de odio que está mi Venezuela… solo recordé que era un protagonista de la generación de 1958.
Una caracterización neutral para un muerto que desde el MIR, hace 64 años llamó a formar guerrillas contra la democracia puntofijista.
De allí a que se desatara un vendaval de odios, rencores y resentimientos… no pasó un minuto.
Gente para mí desconocida me restregaban a nombre de mi padre –SIC- que yo no parecía hijo de DAR… al lamentar esa muerte.
¡Cómo si el mote maligno de “jurunga muertos hubiese sido para atacar difuntos en vez de reclamar muertes de quienes no merecían ser fusilados o torturados por sus ideas!
Los cultores del odio no fueron mayoría pero releyendo la historia de la revolución rusa… o lo que de niño le escuché a Sáez Mérida y otros jefes de la resistencia adeca contra Pérez Jiménez… ya se sabe lo que una minoría de 4 gatos organizados y conocedores de los mecanismos de poder… pueden hacer.
Bien: Esos tipejos no solo se desataron en insultos y maldiciones contra Américo… sino que compartieron mí opinión… para seguir tirando piedras.
Y tuve que contestarles los pocos insultos basados en hechos insignificantes o verdades a medias que tras 70 o 50 años… carecen de significado.
“Era un guerrillero comunista”… fue el insulto más popular entre los cultores del odio que vienen de una derecha ignara… algunos ex compañeros del San Ignacio.
Otros ex compañeros del primer MIR los llamaban “salta talanqueras” por un cambio ocurrido hace más de medio siglo y por el cual Américo 7purgó cárcel.
Se sabe que Américo nunca fue comunista sino como mi padre de quien recibió lecciones… era un adeco de 1945 que luchó para eliminar los privilegios que el régimen de los andinos atornilló porque esos males vienen desde la Independencia.
Otros idiotas insistían en que mi padre “se revolvería en la tumba” si hubiese leído lo que para estos lectores que no comprenden lo leído… sería “mi oda a Américo Martín”.
Aparte que no tuve tiempo de escribir odas… merced a Corpoelec que me dejó sin electricidad la noche cuando me enteré de la muerte de con quién compartí momentos agradables… es evidente que estos idiotas del twitter y el FB no conocieron a DAR,
Entre Américo Martín y Domingo Alberto Rangel el viejo… hubo el insalvable abismo de la política que chocó contra ese muro de reciedad andina que fue DAR.
Américo Martín por el MIR y Teodoro Petkoff por el Partido Comunista de Venezuela… desde La Habana desatendieron lo que las mayorías de ambos partidos aconsejaban… es decir que los jóvenes entusiasmados por el efecto Fidel Castro… desataron una lucha guerrillera en un país donde nadie estaba preparado… y donde hasta el Che Guevara desaconsejaba esa política en un país como Venezuela… en el cual según el por lo demás valiente guerrillero “había visto negros tomado whiskey escocés los viernes”.
Apartando el racismo intrínseco de la cita… el Che ciertamente vivió entre los pobres en un leprocomio donde trabajó como médico en nuestro país.
Pero regresando al amigo muerto: ¡carajo eso fue hace 60 años… y Américo después dio muestras de haber desistido de aquel sarampión juvenil!
Nuestros cementerios están llenos de muertos “que pudieron ser”… y nunca lo fueron por muchas circunstancias.
Entre estas circunstancias mucho pesó la envidia que en los últimos años vi en reuniones de la oposición… cuando Américo pedía la palabra para equilibrar posiciones.
Quizás allí estaba la razón que impidió a Américo tener un mejor papel entre la oposición pero mejor así porque DAR siempre pluma en ristre… se habría burlado en vida… jamás después de muerto que ni de Betancourt en realidad se burló.
Hasta otra vida buen conversador y político sin odios.