El Gobierno de la provincia oriental de Jiangsu ha responsabilizado y castigado a 17 funcionarios en relación con un caso de maltrato a una mujer que fue vendida en 1998 y permaneció años encadenada.
Los funcionarios, algunos de los cuales han sido destituidos, “no protegieron los derechos de los niños y las mujeres” e incurrieron en “formalismos y burocracia”, recoge hoy la agencia oficial Xinhua.
El caso, que ha dado la vuelta a China y provocado gran indignación, salió a la luz a raíz de un vídeo publicado el pasado 28 de enero en la aplicación de vídeos Douyin que mostraba a una mujer encadenada del cuello en un área rural de la provincia de Jiangsu.
La mujer, madre de ocho hijos, parecía confusa, mostraba una boca desdentada y no era capaz de responder al videoaficionado, que le preguntaba si tenía frío dadas las bajas temperaturas del momento y su falta de ropa de abrigo.
El vídeo horrorizó a la opinión pública y en internet numerosos usuarios de las redes sociales pidieron una investigación oficial para esclarecer la situación.
Las indagaciones, que comenzaron el 17 de febrero, determinaron mediante análisis de ADN que la mujer, cuyo nombre real es Xiao Huamei, nació en 1977 en Fugong, en la provincia de Yunnan, a 2.000 kilómetros de su residencia actual.
Xiao fue vendida por la mujer que la llevó hasta Jiangsu a un hombre apellidado Xu en 1998 por 5.000 yuanes (790 dólares, 697 euros), pero desapareció pocos meses después, aseguró el hombre a los investigadores.
Según las pesquisas, otro hombre la compró en junio del año 2000. El hijo de ese hombre, apellidado Dong, consiguió de forma fraudulenta un certificado de matrimonio con Xiao y tuvo con ella ocho hijos.
La investigación determinó que Dong mantenía a Xiao atada del cuello con una cadena de hierro desde 2017 y que la privó de asistencia médica, aunque achacó la falta de algunos dientes de la mujer a “problemas periodontales no tratados” y no a violencia física.
Xiao no sufre ninguna otra dolencia física pero, según testimonios de los vecinos a las autoridades, a su llegada al pueblo en 1998 ya mostraba síntomas de enfermedad mental que se agudizaron a partir de 2012.
A finales de enero, médicos de Nankín, la capital provincial, diagnosticaron a Xiao con esquizofrenia, dolencia que la impide comunicarse normalmente, según las autoridades.
Dong ha sido arrestado por sospechas de abuso y, aparte de los funcionarios, hay dos individuos apellidados Sang y Shi bajo investigación por secuestro y tráfico de personas.
El tráfico de personas es un problema persistente en China agudizado por la antiguamente vigente política de hijo único y por el desequilibrio entre sexos, que ha causado, según el Banco Mundial, que hubiese 42 millones de hombres más que de mujeres en 2017.
Los hombres abocados a la soltería en ocasiones recurren a la compra de mujeres procedentes de zonas remotas de China o de países vecinos como Vietnam.
En los últimos años, tecnologías como el análisis de ADN o el reconocimiento facial han contribuido a resolver casos de compraventa de niños y mujeres.
EFE