Los ataques terroristas que el Eln ha ejecutado dentro del llamado paro armado del 23 de febrero (que se extendería por 72 horas) son tan solo parte de una estrategia terrorista con miras a interferir y sabotear las elecciones legislativas y presidenciales en Colombia.
Por EL TIEMPO
Así lo señala un documento, fechado el pasado 31 de enero y atribuido al Estado Mayor de esa organización ilegal, en el que se da instrucciones a las tropas y hace “una necesaria aclaración” sobre los enfrentamientos que sostiene con disidencias de las Farc en Venezuela y en Arauca.
Arrancan haciendo un recuento de las 19 acciones terroristas que ejecutaron el primer mes del año, empezando por el atentado al Esmad en Cali hasta llegar a la emboscada a una patrulla del Ejército, en San Pablo de Cáceres, Antioquia.
Y se concentran inicialmente en dar instrucciones para “consolidar la frontera binacional”, con nuevas acciones en Arauca y Norte de Santander especialmente.
En efecto, en las últimas horas, coincidiendo con el documento, ejecutaron un atentado en Cúcuta y otro más en la vía Panamericana, dejando un saldo inicial de 9 personas heridas. Además, volaron con explosivos un puente en Cesar.
“Se trata de establecer a lo largo del territorio una red de inteligencia que nos permita detectar los movimientos de tropas enemigas en la frontera binacional. Ubicar las bases militares extranjeras y nacionales situadas hasta 100 kilómetros de los límites fronterizos”, se lee en el documento en poder de agencias de inteligencia.
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