Estados Unidos relativizó este lunes el riesgo de una confrontación nuclear con Rusia, afirmando no haber visto ningún movimiento “concreto”, un día después de que el presidente ruso Vladimir Putin decidiera poner en alerta a las fuerzas disuasorias de Moscú.
A la pregunta de si los estadounidenses deberían preocuparse por la posibilidad de una guerra nuclear, el presidente Joe Biden respondió: “No”.
Biden habló con los dirigentes de los principales aliados de Washington, incluidos Alemania, Francia, Reino Unido, la Unión Europea y la OTAN, para coordinar el “apoyo” a Ucrania “en materia de asistencia para la seguridad, económica y humanitaria”, según la Casa Blanca.
Su homólogo ruso provocó una ola de indignación mundial el domingo al poner en estado de alerta a las fuerzas disuasorias de su país, incluidas las armas nucleares.
Moscú posee el arsenal de armas nucleares más grande del mundo y un enorme arsenal de misiles balísticos que constituyen la columna vertebral de las fuerzas de disuasión del país.
Washington califica la orden de Putin de “retórica provocadora, innecesaria y peligrosa” que aumenta “los riesgos de incidente” pero parece atribuirlo a una “escalada” y evita responder a ella.
“No vemos motivo alguno para cambiar nuestros propios niveles de alerta”, reaccionó el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. “No hemos modificado nuestra posición”, confirmó su homóloga de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien reivindica que quiere hacer “bajar la tensión”.
Un alto cargo del Pentágono dijo a los periodistas que Washington está analizando el anuncio de Putin. “No creo que hayamos visto nada concreto como resultado de su decisión. Al menos no por ahora”, añadió.
Es “difícil saber qué hay detrás de la orden de Putin”, pero “el mero hecho de mencionar” o “amenazar” con un “uso de las fuerzas nucleares” es “inútil y representa una escalada importante”, lamentó, insistiendo en que la OTAN (alianza de defensa entre Estados Unidos y países europeos) “nunca” ha amenazado a Rusia.
Bielorrusia, aliado de Moscú, celebró el domingo un referéndum que elimina la obligación de que la exrepública soviética siga siendo una “zona libre de armas nucleares”.
Las potencias occidentales han denunciado este cambio, que creen que podría permitir a Moscú trasladar armas nucleares a Bielorrusia, otro vecino de Ucrania que también limita con varios países de la alianza transatlántica.
A la pregunta de si se han observado movimientos de este tipo, el funcionario del Pentágono respondió que “no”.
También aseguró que por el momento no se tiene constancia de que haya militares bielorrusos en Ucrania como refuerzo de las fuerzas rusas.
“Nada indica que haya soldados bielorrusos en orden de batalla para entrar en Ucrania ni que hayan entrado o estén entrando” en el país, explicó. “Que sepamos, las fuerzas que han entrado en Ucrania son todas rusas”.
– Lo que tienen a mano –
Según el funcionario, Moscú hizo entrar en territorio ucraniano a “casi el 75%” de las fuerzas de combate que concentró en la frontera durante los últimos meses, pero ve su avance obstaculizado.
Rusia “se esfuerza” en su avance hacia Kiev, pero este sigue “ralentizado” en el quinto día de la invasión. Durante las últimas 24 horas, la principal columna rusa que se dirige a la capital ucraniana “ha avanzado unos cinco kilómetros” y se encuentra “a unos 25 kilómetros” de la ciudad, estimó el funcionario del Pentágono.
“Sin duda se vieron frenados y les frustra su falta de progreso en el frente de Kiev”, insistió. “Los ucranianos son muy creativos en la resistencia, vuelan puentes, atacan en pequeño número, a veces poco armados pero de forma muy eficaz”, estimó.
Según él, “usan todo lo que tienen en su arsenal, desde armas pequeñas hasta misiles tierra-aire, para intentar frenar a los rusos”.
Estos últimos se enfrentan a la necesidad de repostar los vehículos terrestres “antes” de lo que “habían previsto”, dijo el Pentágono.
Todas estas razones retrasaron los planes militares rusos “unos días”, según el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, John Kirby.
Pero “no se engañen, Putin todavía sigue teniendo una importante fuerza a su disposición”, declaró a la prensa. “Sufrieron reveses”, “pero no creo que podamos deducir de que se van a quedar de brazos cruzados”, añadió. “Siguen queriendo (…) tomar Kiev”.
El ejército estadounidense cree que Moscú quiere “rodear Kiev” pero en algún momento podría cambiar de táctica para imponer un “asedio” a la capital ucraniana. | Por Francesco Fontemaggi / AFP