Inundaciones provocadas por lluvias torrenciales arrasaban este martes la costa este de Australia, obligando a los habitantes a refugiarse en los techos de sus casas y forzando a decenas de miles a huir de sus hogares.
Las autoridades de los estados de Queensland y Nueva Gles del Sur lanzaron alertas por inundaciones para decenas de áreas en esos territorios, que sufrieron precipitaciones de hasta 1.000 milímetros en algunas partes en una semana.
Muchos raíces desbordaron de su cauce o sus diques e inundaron pueblos y obligaron a los habitantes a huir a zonas más altas.
En total, más de 150.000 personas están concernidas por las órdenes de evacuación, según un recuento de la AFP.
Hasta el momento, nueve personas murieron y más de un millar han tenido que ser rescatadas. Las autoridades advirtieron que el saldo de víctimas podría ser mayor.
La última víctima fue una mujer de unos 80 años, cuyo cuerpo fue hallado por la policía en su casa en el pueblo de Lismore.
“Aún no ha sido formalmente identificada”, dijo la policía de Nueva Gales del Sur.
Los servicios de emergencia se van visto saturados por los llamadas de socorro.
En Lismore, Janelle Saffin, miembro del parlamento local, tuvo que nadar para salvar su vida tras quedar atrapada por la crecida de las aguas. “Fuimos hasta la galería colgados de las vigas” del techo”, afirmó al medio Nine Newspapers.
Australia ha sufrido los extremos del cambio climático, con sequías, incendios forestales, blanqueamiento del Gran Arrecife de Coral e inundaciones cada vez más frecuentes.
AFP