Una delegación estadounidense ha volado hoy por sorpresa a Caracas pese a que las relaciones diplomáticas entre ambos países están rotas desde hace tres años. Un viaje relámpago de apenas dos horas adelantado por The New York Times y confirmado por fuentes políticas en la capital venezolana, que sucede en medio de la salvaje invasión de Ucrania que enfrenta a Joe Biden con Vladimir Putin, principal aliado internacional de Nicolás Maduro.
Por Daniel Lozano / elmundo.es
Desde que en 2019 la administración de Donald Trump reconociera a Juan Guaidó como presidente encargado y endureciera las sanciones contra la revolución bolivariana no se había producido un encuentro diplomático de este calado. Según el diario neoyorquino no sólo se trató sobre la libertad de los seis directivos de nacionalidad estadounidense de Citgo, filial de Petróleos de Venezuela, sino también sobre el supuesto interés de EEUU de sustituir parte del petróleo de Rusia con el de Venezuela.
Maduro encabeza los apoyos latinoamericanos del caudillo ruso, por delante de Cuba y Nicaragua, y en parte Bolivia, además de los guiños lanzados desde Brasil, El Salvador y dirigentes de la izquierda radical apoyándose en una supuesta neutralidad. Pilotos de drones, fuerzas especiales rusas y mercenarios del Grupo Wagner han combatido en el conflicto de la frontera, que enfrenta a guerrillas colombianas aliadas de Caracas con disidentes de las FARC, además de en operaciones especiales.
“Encontrar una solución al enfrentamiento diplomático con Venezuela es un movimiento inteligente. El pueblo venezolano preferiría una alianza con EEUU que con Rusia. Tenemos que encontrar una manera de apuntalar nuestro Hemisferio Occidental”, se congratuló Trish Regan, incluyente comunicadora cercana a Trump, tras conocer la misión diplomática.
“EEUU le está mandando el mensaje a Maduro de que está corriendo un riesgo al continuar su apoyo y dependencia con Putin. Pero al final todo esto se trata de quién hace una concesión primero y pareciera que ha sido Maduro liberando a algunos estadounidenses injustamente presos en Venezuela. Si es así, debería anunciarlo pronto el gobierno estadounidense, lo que sería importante para Biden en año electoral pero podría cambiar la dinámica en la relación EEUU-Maduro y abrir la puerta a concesiones de lado y lado”, profundizó el internacionalista Mariano de Alba para EL MUNDO.
La misión estadounidense aterrizó en Caracas en un día muy emblemático para la revolución, 5 de marzo, al cumplirse nueve años de la muerte de Hugo Chávez, que ahora Maduro define como “cambio de paisaje”. El “presidente pueblo” ejerce en estas horas como anfitrión de varios de sus aliados continentales, como Evo Morales y Rafael Correa, invitados a un congreso de su partido. El acontecimiento, además, sucede pocas horas después de que Estados Unidos haya extendido un año más la orden ejecutiva de Barack Obama que señala a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional y a la política exterior de EEUU.
“El conflicto de Ucrania cambia dramáticamente la jerarquía de intereses de EEUU y el mundo y los concentra en la búsqueda de mecanismos y negociaciones que permitan evitar un colapso en el mercado petrolero y especialmente un disparo monumental en el precio de la gasolina. La búsqueda de negociaciones saltarán todas las barreras que se habían impuesto”, destacó Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.