La fotoperiodista Lynsey Addario de The New York Times tomó y difundió la espeluznante imagen que sirve como evidencia contundente e irrefutable de que las tropas rusas están masacrando civiles que sólo buscaban escapar de la violencia.
Por Infobae
En la foto se ven cuatro cuerpos, maletas listas para huir y sangre. Tendidos están los restos sin vida de una madre, su hijo adolescente y su hija pequeña. El padre, aún con vida pero gravemente herido, apenas respira. Los mató un ataque ruso cuando intentaban huir de Irpen, a 20 kilómetros de Kiev.
Los tres miembros de esta familia ucraniana fueron asesinados este domingo en medio de una ráfaga de proyectiles de mortero contra un puente maltrecho utilizado por quienes huyen de los combates. Allí, centenares de personas se habían agrupado sobre el río Irpin desde el sábado pasado buscando una salida al horror.
Addario cuenta que para cruzar, los civiles lo intentaban en pequeños grupos. Mientras una decena de soldados ucranianos los asistía… Todos iban cargados con lo poco que se animaron a transportar en la huida.
Pero el ataque comenzó.
Las granadas de mortero cayeron primero a unos 100 metros del puente, y luego se desplazaron en una serie de estruendosas explosiones hacia una sección de la calle donde la gente huía.
A medida que los morteros se acercaban a la columna de civiles, la gente corría, arrastrando niños, tratando de encontrar un lugar seguro. Pero no había nada para protegerse. No había ningún lugar donde esconderse… Y esta familia de cuatro quedó atrapada.
Los soldados se apresuraron a ayudar, pero la mujer y los niños estaban muertos. El padre aún tenía pulso pero estaba inconsciente y gravemente herido.
Más tarde, la agencia AFP publicó otra foto estremecedora: los cuerpos cubiertos con mantas en medio del camino.
En menos de 48 horas, las fuerzas de Putin arrinconaron a los ucranianos de Irpín, los bombaredaron intensamente y los obligaron a intentar llegar a pie a Kiev. Cuando cientos intentaban escapar, los emboscaron. Así, cayó la familia retratada por The New York Times y AFP.
Para leer más ingrese AQUÍ