“Si la comunidad internacional no encuentra una solución razonable para resolver este conflicto de intereses [sobre adquirir armas nucleares], el mundo seguirá sufriendo crisis similares y desestabilizadoras… Vamos a luchar constantemente contra la amenaza de la proliferación de armas de destrucción masiva”.
Por La Nación
Quince años atrás, el presidente ruso, Vladimir Putin, pronunció estas líneas ante más de 70 figuras mundiales en la Conferencia de Seguridad de Munich, uno de los foros principales para el intercambio de visiones entre los responsables de la seguridad internacional. En su icónico discurso también cuestionó las “amenazas” que significaban para Rusia un “mundo unipolar” estadounidense y una creciente expansión de la OTAN. Consideradas “decepcionante y poco útil” por el director general de la alianza militar en aquel entonces, hoy estas palabras del mandatario ruso adquirieron sentido al verlas como verdaderas intenciones convertidas en realidad, provocando mayor incertidumbre que en aquel entonces.
La amenaza nuclear resurgió después de casi 50 años -la última vez fue en la guerra de Yom Kippur- luego de que Putin pusiera en alerta máxima a sus fuerzas nucleares de disuasión y que el miércoles su ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, advirtiera que, de darse una tercera guerra mundial, “sería nuclear y devastadora”.
La amenaza nuclear, la reestructuración del orden mundial, el futuro de Ucrania. Son interrogantes que tienen en vilo al mundo. Expertos consultados por analizaron el escenario futuro. Todos coincidieron en que una amenaza nuclear nunca es buena, pero que al momento todo parece mantenerse dentro de la retórica disuasiva de Putin. Cómo se desarrolle el devenir de los acontecimientos dependerá en gran medida de las verdaderas intenciones del mandatario y de la capacidad de respuesta de Occidente, que hasta ahora viene siendo coordinada.
Para seguir leyendo, clic AQUÍ.