Del aeródromo militar en Polonia donde se estacionan las tropas de refuerzo enviadas por EE.UU. al este de Europa, el de Rzeszow, salen en columna custodiados por la policía siete trailers civiles de más de 40 toneladas con inscripciones en ucraniano y alguna que otra bandera azul y amarilla. Avanzan a ritmo exasperantemente lento. En la base han aterrizado con un intervalo de minutos un boeing 737-436 (SF) de transporte de mercancías que vuela diariamente a este destino bien desde Londres, bien desde Belfast –lo están vaciando militares–, y un inmenso MC-130J del Ejército norteamericano, señal inequívoca de que aquí se está produciendo la descarga de una cantidad ingente de material, bélico o no, con destino a las autoridades de Kiev.
Por abc.es
Hay a la vista torres de contenedores ocultas con redes de camuflaje. Nada puede ser transportado por aire al territorio en guerra, por lo que todo entra en convoyes rodados como el que se pone en marcha, en uno de los cuales habrán viajado con toda seguridad las armas enviadas por el Gobierno de España. O quizás en este mismo. Si los 1.370 lanzagranadas contracarro, la munición y demás están en esos camiones es algo que no hay forma de saber. El secretismo del Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles es extremo. «Por razones de seguridad», se justifica. La OTAN lo ha pedido ante la amenaza de Moscú de bombardear los suministros de guerra a Ucrania.
Poco se ha informado oficialmente, más allá de que el material partió de Los Llanos (Albacete) en dos A400 el viernes y en otros dos el sábado, vuelos que aterrizarían en un aeropuerto polaco no concretado próximo a Cracovia y a la frontera ucraniana, lo que coincide con las coordenadas de este de Rzeszow. Está a 168 kilómetros de la ciudad histórica y a 104 del cruce de Medyka, que da paso al territorio de la exrepública soviética invadida por Rusia.
Curiosos con cámara
El movimiento de vehículos pesados de las Fuerzas Armadas polacas es constante en torno a esta instalación, donde reside su 21 batallón logístico y ayer se multiplicaban curiosos cámara en mano y también ‘spotter’, cazadores de aviones, a los que dos policías de paisano se esfuerzan por advertir que no pueden sacar fotos. Es difícil contenerse, tienen delante dos helicópteros Black Hawk imponentes con los rotores en marcha que acaban de tomar tierra y que al poco empiezan a despegar.
De lo que no hay evidencia a simple vista es del importante despliegue estadounidense en esta zona, parte del cual se encuentra acuartelado a escasa distancia pero separado por una autovía de las pistas de Rzeszow. Allí, entre vallas, sí pueden verse militares con uniforme árido que vigilan Humvees y palets de carga. A los efectivos de la 82 Brigada Aerotransportada llegados aquí en febrero, la misma que culminó la evacuación de EE.UU en Kabul, se han sumado ahora los del V Cuerpo, creado expresamente para esta misión, y que se ocupará de gestionar las operaciones diarias de los soldados aliados en este flanco de la OTAN.