Fue abandonado a los 11 años, quiso ser policía y trabajó de granjero: la vida de Bryan Cranston antes de Breaking Bad

Fue abandonado a los 11 años, quiso ser policía y trabajó de granjero: la vida de Bryan Cranston antes de Breaking Bad

Bryan Cranston ganó muchos premios por su interpretación en la serie “Breaking Bad”

 

El actor que ganó cuatro premios Emmy por interpretar a Walter White en la multipremiada serie tuvo que trabajar en su infancia para ayudar a su familia: fue granjero, repartidor de diarios, guardia de seguridad y estibador. En su libro cuenta desde cómo se liberó de una novia adicta y perversa hasta su primera vez en el sexo. Vida de un hombre que conoció el éxito a los 50 años

Por Infobae

¿Destino, suerte, tesón? Puede ser una o las tres opciones juntas. Lo cierto es que la vida le dio revancha a Bryan Cranston, actor estrella de Hollywood, reconocido en el mundo entero por ponerse en la piel del narcotraficante Walter White, Breaking Bad, la serie de Netflix que logró un éxito sin precedentes y que hoy se la considera de culto.

Tuvo que recorrer un extenso camino para que el éxito abrumador como actor consagrado llegara a su vida, recién pasados los cincuenta años. Hoy se lucen en una vitrina algunos de sus premios, como los cuatro Emmy -tres de ellos consecutivos- como mejor actor dramático.

Bryan Lee Cranston nació el 7 de marzo de 1956, en el estado de California. Hijo del ex boxeador y actor Joe Cranston y de la actriz radiofónica Audrey Peggy Sell. El fracaso de las carreras artísticas de sus padres convirtió al hogar en un verdadero infierno. A sus once años, su padre los abandonó para irse con otra mujer, también por su frustrado paso por Hollywood.

Para colmo, terminaron perdiendo la casa debido a las deudas por la hipoteca. Su madre, que no podía con tanto dolor, comenzó a derrumbarse. En una entrevista con el medio británico Sunday Times, el actor habló sobre la agitada infancia que tuvo que vivir por el abandono de sus padres. “Mi padre eligió no estar con nosotros, vernos y ser padre. Mi madre eligió convertirse en alcohólica y ahogar sus penas, tristeza y resentimiento. Ella era como un fantasma de sí misma. Y nadie jamás explicó por qué él se fue. Fue mucho peor que si hubieran muerto en un accidente, porque estaba ahí, pero no le importaba cómo estábamos mis hermanos y yo. Fueron fantásticos por diez años y luego todo se fue”.

El personaje de del narcotraficante Walter White le valió el reconocimiento del mundo de Hollywood

 

En medio de tanto dolor, ahogado por las deudas, Bryan empezó a ganarse la vida desde muy pequeño: fue granjero, repartidor de periódicos, guardia de seguridad, estibador, pintor de brocha gorda, entre los tantos oficios que aceptó para ayudar a lo que quedaba de su familia. Su madre, que no podía ni con su vida, no tuvo otra opción de enviar a Cranston y a su hermano Kyle a la granja de sus abuelos. “Estaba herida por el abandono de su esposo a quien amaba. Entonces, ella se volvió cada vez menos confiable como guía”, recordó una vez.

El actor volvió a ver a su padre once años después del abandono, recién cuando pudo perdonarlo. “Estaba muy contento y sintió una tremenda culpa y tristeza por sus acciones. Se abrió un poquito, no mucho, y recogí lo que pude de su silencio. Había demasiado abismo entre nosotros, pero lo acepté y en cierto punto lo perdoné. Me di cuenta de que era falible, como cualquier ser humano”, confiaba sobre el reencuentro con su padre a sus 22 años.

“Sé que me hizo darme cuenta de lo tenue que es la vida. Mi padre no está en mis fotos desde los 11 años hasta los 22. En muchos sentidos, actuó como mi hijo y yo como su padre. A menudo estaba en la indigencia, y yo le prestaba dinero, No era la relación que quería, pero era la relación que era -explicaba-. Tengo una hija y no se me pasaría por la cabeza abandonarla. De la única forma en que la dejaría es si muriera”. Su madre falleció de Alzheimer en 2004, mientras que su padre lo pudo ver en el éxito de Malcolm in The Middle y Breaking Bad, antes de fallecer en 2014.

– Chicas más lindas –

Tras graduarse primero en su clase, a los 16 años, decidió estudiar en la universidad y luego trabajar en el Departamento de Policía de Los Ángeles. En una entrevista con Route Magazine, explicó que su hermano y él se unieron a la organización Police Explorer que le permitió descubrir lugares como Japón y Hawaii. “Como éramos niños pobres que crecimos en un suburbio de Los Ángeles, pensé que era la única forma en que iba a tener la oportunidad de viajar. Así que no era que estuviera interesado en el trabajo de la policía, estaba interesado en salir y explorar -comentó-. Sabía que las respuestas estaban en alguna parte. No estaban en mi cuadra o en el camino desde mi casa hasta mi escuela secundaria”.

Otra de las razones de llegar a ser policía fue la búsqueda de la figura paterna que nunca tuvo. “Mirando hacia atrás en retrospectiva, creo que fue la atracción de un modelo masculino fuerte. Estos hombres adultos con autoridad que llevaban un arma y tenían una placa y se pavoneaban con ellos, pensé: ‘Wow, eso es masculino’. Eso es lo que es un hombre”.

Bryan Cranston en la piel de un juez en “Your Honor”

 

Sin embargo, mientras cursaba el segundo año en la universidad, al descubrir las clases de actuación, revisó sus planes por una sola: “Tomé una clase de actuación y me di cuenta de que las chicas eran mucho más bonitas. Me di cuenta de que era ambivalente hacia mis planes futuros y no sabía qué hacer“.

Desorientado y con la incertidumbre de no saber qué rumbo tomar, se embarcó en un viaje en moto por los Estados Unidos junto a su hermano mayor. Armó un bolso y partió a California con 117 dólares en el bolsillo. Hizo de todo para sobrevivir, hasta llegó a dormir en refugios para personas en situación de calle. En ese viaje de dos años supo lo que realmente quería: actuar. “Me dedicaré a algo que ame y seré bueno en ello, en lugar de hacer algo para lo que soy bueno, pero no amo”. Esa decisión derivó en otra revelación: buscar con su hermano a su padre.

Sus inicios en la actuación fueron pequeños papeles que consiguió como actor publicitario para las marcas Lay’s, Excedrin, Honda Accord y Coffe-Mate. Al principio, su carrera se centró casi por completo en la televisión. Empezó en One Life to Live, pero se hizo mucho más famoso con la interpretación del padre de Malcolm, en Malcolm in the Middle.

Bryan Cranston o Walter White, el personaje que lo catapultó a la cima de la Meca del cine

 

Tiempo después le tocaría protagonizar el entrañable film The Upside, una comedia dramática, dirigida por Neil Burger, una nueva versión de la película francesa Amigos intocables, inspirada en la vida real de Philippe Pozzo di Borgo, un magnate paralizado que entabla una rara amistad con un convicto recientemente liberado, a quien contrata para cuidarlo. Es la tercera adaptación de The Intouchables, Telugu (y tamil) Oopiri, y el film argentino Inseparables, con Oscar Martínez y Rodrigo de la Serna.

“En estos días hay mucha angustia en el mundo. Así que si uno puede ir al cine y mirar algo que divertido, trágico y sincero, y que encima termina de manera esperanzadora, creo que es un buen plan”, asegura en diálogo telefónico con Infobae desde Los Ángeles. Bryan al principio dudó en aceptar la propuesta para protagonizar la película: “Vi la versión francesa y la amé. Me encantó la idea de la unión entre varones, de cómo los hombres tienen la capacidad de hacer amigos y cómo se reúnen”.

“Esta historia aborda las vidas de hombres muy diferentes, por lo que no era probable que se hicieran amigos si no fuera por esa situación. Eso fue intrigante para mí. Al comienzo pensé que la única manera en que podía hacerlo era estar rígido y no moverme para nada. Pero eso no funcionó. Eso fue un plan que no estuvo bien pensado. Porque uno se cansa, es extenuante mantener todo tu cuerpo rígido. Así que me di cuenta de que debía ir en la dirección contraria. Tenía que optar por una posición en la que iba a estar tan relajado que no sintiera que necesitaba moverme”.

Bryan Cranston, su esposa Robin Dearden y su hija Taylor en el estreno de la temporada 2 de “Breaking Bad”, en Hollywood, California (David Livingston/Getty Images)

 

En teatro conoció a su primera esposa, Michelle Middleton, de la que se divorció en 1982. En 1989 se casó con su actual esposa, Robin Dearden, a quien conoció en el set de la serie Airwolf, en la trama él hacía de villano y ella era su víctima. Juntos son los padres de Taylor, nacida en 1993, también actriz.

– Sus memorias –

El actor publicó el libro A life in parts, donde recorre su faceta más oscura. Cranston confiesa que tuvo una tormentosa relación con una ex novia, a quien se refiere como “Ava”. Se habían conocido en una audición en Los Ángeles en los ‘80. Jamás imaginó que esa mujer, con la que estuvo una “maratón sexual” en la primera cita, se convertiría en una verdadera pesadilla.

“Tenía una novia que era adicta. Yo no lo sabía. Jamás la vi consumir sustancias en el año que estuve con ella. Para mí era confuso su comportamiento. No podía entenderlo”, relata Bryan, quien descubrió la razón de tanta agresión cuando ella sufrió una sobredosis. Intentó dejarla varias veces, pero finalmente lo logró y se fue a Manhattan. El problema es que la mujer no entendía razones, por lo que empezó a seguirlo y a acosarlo: lo amenazó por teléfono y fue hasta su residencia de Upper West Side para intimidarlo.

El hombre no encontraba paz y todo cada vez se hacía más complicado. Para peor, una noche tuvo una escalofriante sueño: imaginó que la asesinaba golpeando su cabeza contra una pared. De esa visión -dice- aprendió una lección que más tarde volcaría en el personaje de el narcotraficante Walter White. “Estaba calmado, me había desprendido de todo el miedo y la ira. Me vi capaz de matar a otro ser humano, algo que nunca había sentido antes… Me asusté”.

– Trailer De Wakefield –

 

En sus memorias, Bryan también detalla su primera experiencia sexual: fue en un viaje a Austria. Tenía que pagar por sexo, situación que no lo convencía demasiado, sobre todo porque no tenía mucho dinero, aunque la presión de sus amigos pudo más. “Una vez en la habitación me indicó que me quitara la ropa. Estaba sucediendo de verdad. No hubo fuegos artificiales ni ninguna ternura. Nada de hablar, ni siquiera nos dijimos nuestros nombres. No tenía ni idea de qué estaba haciendo. Éramos esa extraña y yo, juntos en una habitación. Fue tan poco complicado como debería ser”, confiesa.

Su autobiografía incluye también algunas historias más felices y risueñas. Por ejemplo, cuando le propuso matrimonio a su actual esposa, Robin Dearden, mientras se daban un baño en un jacuzzi. Una vez que su novia aceptó la declaración de amor, Cranston le entregó el anillo de compromiso que estaba… ¡en su dedo meñique del pie! “Ya tenía el anillo, pero no tenía ni idea en dónde esconderlo. Tenía que ponerlo en algún sitio a mi alcance porque no podía salir de la bañera empapado, dejando agua por todo el suelo a mitad del momento. Y lo único que se me ocurrió fue ponérmelo en el pie”.

Además de actor, Bryan se convirtió en empresario. Junto a Aaron Paul, su compañero en Breaking Bad, crearon la marca de mezcal Dos Hombres. “Hace tres años nos sentamos en una barra de sushi en Nueva York. Hablábamos sobre la vida y la posibilidad de emprender un viaje juntos. Vivimos el mejor momento de nuestras vidas grabando Breaking Bad y construimos un vínculo especial. Sabiendo que no podíamos compartir la pantalla por un tiempo, nuestros pensamientos se enfocaron en un nuevo proyecto”, contaba después de lanzar la marca de bebidas.

Breaking Bad no sólo le daba 225.000 dólares por capítulo, lo que le ha permitido lograr una fortuna de 40 millones de dólares, sino que ganó más prestigio que dinero. Lleva acumulados, además de los cuatro Emmy, un Globo de Oro, dos Tony y unos cuantos más, además que haber estado nominado al Oscar por su interpretación en Trumbo.

El actor, que venía del mundo de las publicidades y los culebrones, se convirtió en una estrella a la que le llueven propuestas para protagonizar proyectos importantes, pero él, aunque disfrute de la cima, en cada trabajo -arriba del escenario o en un set de rodaje- busca mejorar cada día su performance. “Siempre intento aprender algo”, reconoce.

 

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