No hay duda que el régimen Venezolano la ha jugado muy bien, socavando las bases de las Universidades Venezolanas, me refiero a que han hurgado en su recurso humano asociando a sus filas sin siquiera darse cuenta, al personal docente, estudiantes y a los trabajadores universitarios que sin saber trabajan para ellos.
Es así como veo justamente este circo armado tras el anuncio de unos señores que participaron de la entelequia de Asamblea Nacional 2019, que en definitiva tiene dudosa legitimación. Me refiero a la consulta que están promoviendo desde el Consejo Nacional de Universidades del puño de Tibisay Lucena y Yadira Córdoba, con un disque Proyecto de Ley de Universidades que no ha salido en ningún medio oficial de la dictadura.
En la rueda que debe romperse, entran inmediatamente honorables representantes de la Universidad Venezolana bajo el principio: “Hay que participar para no perder espacios” porque sino participamos nos impondrán lo que ellos quieran. Lo más grave de todo esto, es que esas personalidades están convencidas que podrán torcer la voluntad de la dictadura en su fin último; que no es otro que convertir lo que queda de las Universidades y con ellas a los Universitarios en un pelele a su imagen y semejanza.
La historia nos lo grita; primero asfixia presupuestaria, luego los múltiples recursos del tribunal irrito para impedir elecciones universitarias, deslegitimando sus plantas gerenciales, después el secuestro de recursos para salud centralizados en el SISMEU, seguido la imposición de un Consejo Nacional de Universidades ( CNU), constituido por rectores de universidades fantasmas dónde no encontramos ni profesores ni estudiantes, continuaron con la invalidación de las representaciones gremiales con la construcción de federaciones, asociaciones y sindicatos de maletín, alineados a las pretensiones del régimen y finalmente el secuestro de los recursos de salarios centralizados en patria. Así podemos mencionar un sin fin de violaciones a la autonomía de éstas casas de estudio centenarias, que aún dan la cara por las regiones y el país en general, tratando bajo todos los medios conservar su integridad posando la mirada en el artículo #1 de la Ley de Universidades vigente.
Esto no descansa acá, ahora el régimen se ha inventado otra jugada en el tablero del ajedrez universitario; lanzó una consulta de un proyecto de Ley de Universidades que no aparece en ningún medio oficial. Lo que si está oficializada es la metodología para la consulta.
Desde el CNU se emiten instrucciones de esa consulta en las bases universitarias, utilizando sus frases típicas “Momento Intrauniversitario” y “Momento Interuniversitario”, ambas muy utilizada por el difunto en el año 2010, cuándo él mismo tuvo que vetar su iniciativa.
Lo grave de esto no es que el régimen siga insistiendo en validar a nivel nacional e internacional sus imposiciones, más grave aún resulta que almas de buena voluntad con alto criterio democrático jueguen este juego sin siquiera darse cuenta que están poniendo lo que queda de las institución universitarias en bandeja de plata para su último brutal asalto.
Cuando los universitarios nos sometemos a esa consulta de un CNU que muy lejos de resolver los problemas de las Universidades Públicas Nacionales los ha profundizado, nos entrampamos en un espacio donde siempre saldremos perdiendo, porque la estrategia está diseñada para ello, para que siempre perdamos
1- Lo que el CNU llama Proyecto LEU, no es oficial, ha circulado por redes, sin firma, sin sello, sin oficio del despacho, sólo con el logo de la Asamblea 2019, que como he dicho antes, es de dudosa legitimación.
2- El papel no se refrenda porque así actúan los organismos del régimen, bajo la sombra de la confusión para poder pagarse y darse el vuelto, con el único propósito de decirle al mundo “Hicimos una consulta y los universitarios quieren esto”
3- La imposición la disfrazan de consulta, de manera que seguirán en la rueda de destrucción obligando a que se acate su ley desde un organismo que no legisla sino que impone.
4- El eje rotor de esta nueva arremetida contra el sector universitario es invalidar las voces disidentes, facilitar el proceso de intervención total y comenzar con su proceso de adoctrinamiento en razón a su principio sociopolítico.
El régimen ha intentado por muchos medios silenciar totalmente al sector universitario, sin un éxito al 100%, solo falta ésta estocada. Es fácil decir “Debemos participar de la consulta para no perder espacios” . ¿Hemos aprendido los universitarios durante todos estos años de sometimiento y acciones por parte del régimen, que validarlos también nos hace perder espacios?
Si no levantamos la voz y realmente hacemos valer nuestra Autonomía, dudo que sobrevivamos a esa LEU disfrazada de Caperucita, cuando lo que nos espera detrás de la puerta es el Lobo que ya llegó.
Actualmente tenemos herramientas y apoyos que nos ayudarán a responder estas pregunta.
¿Realmente una nueva Ley de Universidades resolverá los problemas de estas Casas de Educación Superior?
En un país sin intuición legislativa, pues ambas asambleas están en jaque ¿Es provechoso y oportuno un proceso de construcción de una nueva Ley?
En el país existen esfuerzos desde el seno de las instituciones universitarias en la construcción de leyes que complementarían la única y certera Ley Vigente; tal es el caso de la Propuesta de Ley Orgánica de Derechos y Deberes Universitarios, impulsada y promulgada por la ONG AULA ABIERTA, inclusive llevada hasta el centro mismo de la Asamblea 2015, donde aún descansa el sueño eterno.
Para concluir, el meollo del asunto universitario no descansa en una ley, descansa en levantarnos de la ignominiosa situación en la que estamos y comencemos desde el seno mismo a reeditar el proyecto universitario y sin más demora, eso si lo primero es lo primero : Promover elecciones con la ley que aún vigente, la cual ha dado respuesta al funcionamiento de las universidades de manera efectiva por muchos años, renovar nuestras plantas gerenciales apremia, porque el aire de los nuevos líderes le darán impulso pero sobre todo valor para levantarnos sobre el único enemigo “El régimen” y mantener intactos los principios consagrados en el artículo 1 de nuestra ley.
Dra. Molly González.
Presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad del Zulia | APUZ