El presidente ruso, Vladimir Putin, es considerado uno de los hombres más poderosos del mundo. Pero hay algo que no puede controlar, al igual que el resto de los humanos: la infinidad de pequeños gestos de su rostro que revelan actitudes profundas de él como persona y de su estilo de liderazgo.
Por La Nación
Ya Charles Darwin (1809-1882) había postulado que los seres humanos no pueden inhibir los músculos faciales asociados con emociones intensas. Y más recientemente, el norteamericano Paul Ekman (1934) hizo una serie de clasificaciones de esas microexpresiones, tan innatas y universales que incluso se observan en un ciego de nacimiento, que jamás pudo haberlas aprendido de su entorno.
LA NACION invitó a Hugo Lescano, un especialista que se formó precisamente con Ekman en Estados Unidos, y hoy dirige en la Argentina el Laboratorio de Investigación en Comunicación No Verbal, a mirar y analizar algunos videos en los que el mandatario ruso, a través de sus gestos faciales y de todo el cuerpo, deja traslucir sus diferentes emociones.
“No hay dudas de que un ruso tiene una forma de expresarse muy diferente de un latino, incluyendo la distancia que utiliza para comunicarse, no hay tanto contacto físico entre las personas desconocidas. Pero los rusos no escapan a otros gestos universales”, señaló Lescano.
Putin llorando
“El video de 2012 en el que se lo ve con las lágrimas cayendo por su rostro, demuestra que es un líder que aprendió a no hacer fuerza por ocultar sus emociones. Además, durante ese breve discurso tiene dos gestos muy notables. Se ve que habla emocionado, vulnerable, pero con autoridad”.
Putin enojado
En este video de 2009, Putin enfrenta a un grupo de empresarios cerca de San Petersburgo, liderados por el millonario Oleg Deripaska, por haber cerrado una fábrica dejando a miles de trabajadores en la calle. El presidente los trata de “cucarachas” y obliga a Deripaska a firmar delante de él un acuerdo para la reapertura de la factoría y hasta le recrimina: “Devuélvame la lapicera”, cuando el empresario firma a desgano y empieza a marcharse con el bolígrafo del presidente.
Putin riéndose
“Es notable que de todas las personas que están alrededor de la mesa, Putin es el único que tiene las dos manos sobre el escritorio. Ese es un gesto de territorialidad. Entonces, no solo se ríe, sino que le marca territorio a sus ministros. Además, cuando nos tapamos la cara para reírnos es porque algo nos resulta totalmente fuera de lugar y no lo queremos ver. Pero es notable que una y otra vez vuelve al gesto de territorialidad apoyando las manos sobre su mesa”, afirmó Lescano.
Putin enojado por Ucrania
“Putin se pregunta: ‘¿fuimos nosotros a poner misiles en la frontera con Estados Unidos?’. Y en ese momento comienza a hamacarse en la silla. Eso siempre es un gesto de desafío porque, por ejemplo, nadie lo haría delante de un jefe. Es también un gesto de hacerles sentir a todos los que están presentes en esa sala, que están siendo ‘evaluados’ por él. Y luego, apoya las dos manos sobre el escritorio y exhala. Finalmente, vuelve a poner su brazo izquierdo en forma de jarra. Entonces, nunca deja de mostrar autoridad y territorialidad”, advirtió Lescano.
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