La agencia espacial estadounidense NASA inicia este jueves el ensayo general para el lanzamiento de la primera misión del programa Artemis, que tiene como objetivo preparar el regreso de astronautas estadounidenses a la Luna con miras a una futura colonización de ese satélite terrestre.
Para esta prueba, la NASA trasladará el cohete del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), con la nave Orion en la punta, desde el centro de ensamblaje a la plataforma de lanzamiento 39B en el Centro Espacial Kennedy, a más de 350 kilómetros al norte de Miami.
A partir de las 17.00 horas locales (22.00 GMT) de este jueves un vehículo “oruga” de transporte con el inmenso cohete y la nave encima recorrerá por una vía de cantos rodados las 4,2 millas (6,7 kilómetros) que separan el hangar de la plataforma a una velocidad de una milla (1,6 km) por hora.
UN ENORME Y POTENTE COHETE
Juntos, el SLS y la Orion miden 322 pies (101,2 metros), más que la Estatua de la Libertad, y pesan 5,75 millones de libras (más de 2,6 toneladas), lo que hace difícil su desplazamiento.
Ambos fueron ensamblados en el Centro Espacial Kennedy en un proceso complejo que terminó el 21 de octubre pasado.
Se calcula que en unas seis horas la “oruga” habrá llegado a su destino y entonces comenzará la prueba en sí, consistente en cargar los tanques del cohete y realizar una cuenta regresiva de lanzamiento.
Todo el proceso puede durar unas doce horas.
Una vez realizado, el cohete y la cápsula serán llevados de nuevo al edificio de ensamblaje para las pruebas finales antes del histórico lanzamiento de Artemis I.
La parte central del cohete SLS, de 212 pies (64,6 metros) de alto y un diámetro de 27,6 pies (8,4 metros), fue construida por Boeing, empresa que también creó el sistema de control del cohete durante el vuelo.
En esa parte principal se almacenan 730.000 galones (2,7 millones de litros) de hidrógeno líquido súper enfriado y oxígeno líquido que alimentan los cuatro motores RS-25 de los que está dotado el cohete.
Según un documento de la NASA, SLS tiene la fuerza suficiente para ayudar a la nave Orion a alcanzar la velocidad de 24.500 millas por hora (39.400 kilómetros/hora) necesaria para llegar a la Luna.
Orion fue construida por Lockheed Martin para llevar a los astronautas “más lejos que nunca” y traerlos de nuevo a la Tierra de manera segura.
EL PROGRAMA ARTEMIS
La misión no tripulada Artemis I será la primera prueba de vuelo integrado de los sistemas de exploración del espacio profundo Artemis y abrirá la puerta a una serie de misiones cada vez más complejas, de las cuales la tercera, que no será antes de 2025, será en la que los astronautas pongan pie en la Luna.
La última misión en la que astronautas de la NASA pisaron la Luna fue la Apolo 17, que se llevó a cabo entre el 7 y el 19 de diciembre de 1972 y batió varios récords, entre ellos el alunizaje más largo y la mayor cantidad de muestras lunares traídas a la Tierra.
La fecha de lanzamiento oficial de Artemis I se establecerá después del ensayo general con circulación de combustible de hoy.
En esta primera misión la nave Orion llegara a una órbita de 40.000 millas (mas de 64.300 km) más allá de la Luna, lo que significa que estará a 280.000 millas (más de 450.000 km) de la Tierra.
La misión Artemis II, prevista para mayo de 2024, sí llevará astronautas en un vuelo para orbitar la Luna y la Artemis III es la que llevará a la Luna a astronautas, entre ellos una mujer y una persona de color, de acuerdo con el compromiso de la NASA.
El objetivo del programa Artemis es proporcionar una base para la exploración del espacio profundo con humanos y ayudar a establecer una presencia a largo plazo en la Luna y más allá, según los comunicados de la agencia espacial.
En noviembre pasado, el administrador de la NASA, Bill Nelson, anunció que el regreso tripulado a la Luna, inicialmente previsto para 2024, se retrasó hasta 2025 debido a problemas técnicos, legales y la pandemia covid-19.
Los chinos está siendo muy “agresivos” en el espacio, pero “queremos ser los primeros de regresar a la Luna después de más de medio siglo”, expresó Nelson entonces.
Respecto a los viajes a Marte, dijo que “una cosa es ir 240.000 millas (la Luna) y volver, y otra es recorrer millones y millones de millas. “Hay mucho que aprender en la Luna para ir a Marte”, manifestó.
EFE