¿Qué buscan la administración Biden y Nicolás Maduro tras su primera reunión cara a cara? La invasión de Ucrania por parte del Kremlin, la consecuente prohibición de Estados Unidos de importar petróleo de Rusia y la necesidad de reemplazar el crudo sancionado, habrían llevado a la administración Biden a mover ficha en el encallado tablero venezolano. Una decisión que cobró forma el pasado 5 de marzo con una reunión en Caracas entre representantes del gobierno estadounidense y el presidente Nicolás Maduro.
Por Carolina Valladares / vozdeamerica.com
“En lo que respecta a Venezuela, el propósito del viaje que realizaron los funcionarios de la administración fue discutir una variedad de temas, incluida, sin duda, la seguridad energética”, confirmó la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, pocos días después del inesperado encuentro.
Entre las piezas a canjear; la posible flexibilización de las sanciones al crudo venezolano por la excarcelación de presos, a lo que Maduro ya respondió con la liberación de los estadounidenses Gustavo Cárdenas y Jorge Alberto Fernández.
“Como le dije a la delegación (estadounidense), reitero toda nuestra voluntad para que, desde la diplomacia, desde el respeto y desde la esperanza de un mundo mejor, avancemos en una agenda que permita el bienestar y la paz”, afirmó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en cadena nacional días después del encuentro.
Sin embargo, el acercamiento entre las partes se habría topado con una importante oposición bipartidista en el Senado de Estados Unidos.
“No entiendo cómo vas y haces negocios con alguien que es una amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos”, protestó el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey, tras enterarse de la reunión.
También el senador Marco Rubio, republicano por Florida, expresó su desacuerdo con la iniciativa tomada por la administración Biden. “El mensaje que le están mandando al mundo es que aquí no hay oposición ya, y que hasta Estados Unidos mismo reconoce que Maduro es el que manda”, manifestó Rubio.
Mientras tanto, el acercamiento entre La Casa Blanca y Maduro dejaría, por lo menos por ahora, otros asuntos en el aire; entre ellos, la reanudación de los diálogos en México entre el Gobierno de Venezuela y la oposición, estancados desde el pasado otoño. Por el momento, tanto Maduro como Guaidó, aunque con condiciones, expresaron su voluntad de retomar la vía del diálogo.
Por su parte, el primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre, aseguró en entrevista con la Voz de América que su país está listo para servir de mediador.
“Tienes razón al decir que estas conversaciones, por diversas razones, se detuvieron o se ralentizaron. Eso sucede. Y entonces pueden ser una oportunidad para comenzar gradualmente a comprometerse nuevamente. Y mi mensaje es que estamos listos para apoyar en ese papel de facilitador”, le dijo a la periodista Carolina Valladares tras preguntarle sobre una posible reanudación de los diálogos.
Según Gahr Støre, “el objetivo preciso de ser un facilitador es que no pones realmente la solución deseada. Intentas estar ahí, para ayudar a las partes a encontrar eso. Creo que es el caso del pueblo de Venezuela, que ha sufrido enormemente por conflictos internos, agitación política. No voy a entrar en detalles. Es un gran pueblo con un gran potencial en la región que ha tenido mucha inestabilidad, pero también un enorme potencial. Entonces yo creo que el asunto aquí es tratar de encontrar suficientes puntos en común para avanzar de manera que los conflictos y los problemas puedan ser resueltos por los propios venezolanos. Y creo que hay una comunidad internacional lista para apoyar eso. Pero, de nuevo, corresponde a las partes encontrar el camino y corresponde a los amigos y socios tratar de facilitar y ayudar”.
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