En la era digital y globalizada de hoy, pensar que navegas solo en el mar del mercado —y que no tienes competencia— es un error.
Todo negocio tiene un competidor, ya sea por el producto, por el servicio, por el nicho del mercado, por el giro, de forma directa o indirecta, siempre existirá una marca que quiera tu espacio en el mercado, que querrá obtener mayores ganancias y que siempre está innovando. El detalle está en cómo decidas asumir este factor, sí como una amenaza o una oportunidad de mejorar.
Me gusta concebir a la competencia como esa alarma de tu reloj despertador que, al sonar cada mañana, te da dos opciones, no prestarle atención, apretar el botón de off y seguir durmiendo, o atender esa alarma y asumirla como un factor de motivación, para levantarte rápidamente y con ánimo de la cama y salir a crear y mejorar.
Te invito a cambiar el enfoque que tradicionalmente has manejado sobre la competencia, y asumirla a partir de este momento como co- mpetencia, que significa trabajar en colaboración con lo que consideras que son tus competidores. No te obsesiones con tu competencia, obsesiónate contigo mismo, con ser mejor cada vez.
Especialistas señalan que la mejor arma para cohabitar con tu competencia es la creatividad y la innovación. Estas dos herramientas te darán la motivación que necesitas para gestionar y visualizar las soluciones de otra manera. Toma estos recursos y forja alianzas estratégicas con tus competidores, crea una vinculación en la que se complementen, verás que así lograrás una visión totalmente diferente.
La competencia no está solo presente en el ámbito de los negocios, lo está también en la rutina diaria de todos, ante cada reto te toca luchar para no quedar fuera de la ecuación de la vida. Es un factor que es más cercano y rutinario de lo que crees. Ya sea buena o mala, leal o desleal, al final es competencia, y la recomendación es aceptarla, conocerla y valorarla. Nunca menospreciarla.
No descuides nunca al usuario, porque es este el que marca tendencias con sus preferencias, el que decide dónde y qué comprar.
Ten en cuenta que cuando hay competencia, crecen las opciones, crecen los nichos de mercado y la oferta se diversifica, entonces ante este escenario, ¿cuál crees que es tu mejor alternativa?, ¿enfrentar la competencia?, ¿o tratar de entenderla para ser mejor?
Evidentemente, la decisión más acertada será aceptar que hay un competidor o varios competidores, a quienes debes estudiar, y en base a ello, desarrollar estrategias de mejoramiento continuo en todos los niveles, un producto mejor, una atención al cliente de mayor calidad, un sistema más eficaz y mayor innovación, con esta visión te mantendrás como líder en el mercado.
Es tu decisión, tú decides cómo concebir a la competencia, sea sobrevalorar, subestimar o darle el justo valor y un nuevo enfoque.
Para ayudarte en este propósito y en el cambio de la visión, he desarrollado para ti unos conceptos claves que te darán esas herramientas que necesitas para entender a tus competidores y lograr transformar ese miedo amenazante en una oportunidad y un factor motivador:
Procura basar tus argumentos de ventas más en las virtudes de tu producto, reputación o calidad del servicio, que en la comparación con tu competencia. Si apelas a este recurso de hablar siempre de la competencia para posicionarte en el mercado, puedes generar un efecto contrario, pueden percibir que no puedes valerte por ti mismo para convencer a tu cliente de que tú eres su mejor opción.
Enfócate en el cliente, ten presente que es este quien puede posicionarte o ignorarte, es el que compara precios y calidad, es el que explora el mercado en búsqueda de su mejor opción. Cuando descuidas al cliente, le cedes el paso a la competencia.
Así como debes estar al tanto del mercado, de los cambios de hábito de compras y preferencias de los usuarios, de las tendencias, también debes abrir tus sentidos para escuchar a la competencia y evaluar sus movimientos. Al mantenerte alerta hacia el mercado y la competencia, podrás anticiparte y mantenerte como referente en el mercado.
No se trata de intentar copiar al carbón lo que haga la competencia, pero sí de mejorar los procesos, ya sea mejorar tiempos de producción o entrega, calidad de los productos, incorporar nuevos colores o sabores, e innovar para darle características distintivas a tu producto o servicio.
Recuerda que la preferencia por tu marca o servicio guarda una relación directa con la conexión que logres establecer y mantener con tus clientes, nunca dejes de escucharlos y atenderlos.
Si quieres saber cómo está valorado tu negocio dentro del mercado, explora y mide con quién o quiénes te comparan los usuarios, mira tu lugar en la tabla y pregúntate, es allí donde quieres estar o quieres subir de nivel.
Todas estas claves apuntan a una recomendación central, es conocer a tu competencia, aceptar sus fortalezas y saber de sus debilidades, no para actuar en su contra, sino para transformar esas amenazas en oportunidades para siempre estar un paso delante de ella y centrarte en ser cada vez mejor.