Como en las películas: Putin y su pavorosa opción de usar armas químicas sobre civiles ucranianos

Como en las películas: Putin y su pavorosa opción de usar armas químicas sobre civiles ucranianos

Foto de Natalia Kolesnikova/AFP/Getty Images

 

 

 





Puede ser algo que solo se asocie a la ficción, en esas escenas de películas de acción que nos mantienen pegados a la pantalla, pero el armamento químico existe en la realidad y, además, se usa. Las armas químicas, como su propio nombre indica, son esas que liberan sustancias con el objetivo de matar o herir al enemigo en una guerra. Estrictamente hablando son una parte más dentro de un conflicto, pero sus repercusiones pueden ser máximas si se enfocan contra la población civil. La opción de que Vladimir Putin recurra a ellas en Ucrania existe y eso daría una vuelta de tuerca a la invasión, volviéndola todavía más mortífera.

Por 20minutos

El Gobierno estadounidense tiene claro que en la amalgama de armas que tiene a su disposición el Kremlin para usar en la invasión de Ucrania están las químicas, y así lo ha avisado ya el presidente Joe Biden. “Están sugiriendo que Ucrania tiene armas químicas y biológicas. Esa es una señal clara de que Putin está considerando usar ambos tipos de armas”, dijo, anticipando una “severa respuesta” de Occidente si Moscú llega a ese extremo.

La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) especifica que este tipo de armamento se diferencia de las armas convencionales o de las nucleares porque sus efectos destructivos no se deben principalmente a una fuerza explosiva. Se clasifican como hostigantes, sofocantes, hemogases, vesicantes, neurotóxicos, psicogases y defoliantes.

Con todo, y pese a estar prohibidos explícitamente por el Protocolo de Ginebra, firmado en 1925, los agentes nerviosos ya se han empleado en el pasado. Por primera vez se utilizaron en la Primera Guerra Mundial y después hicieron acto de presencia en la Segunda Guerra Mundial, aunque en menor medida, y más recientemente en los conflictos de Irak y de Siria, en este último caso también en manos de Moscú. En total, según los datos de la ONU, han causado un millón de muertos. De manera más específica, fue la vía empleada presuntamente por Corea del Norte para acabar con la vida de Kim Jong-nam, hermano del dictador Kim Jong-un, envenenado en el aeropuerto de Kuala Lumpur en 2017.

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