El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, y su novia, Stella Moris, se han casado este miércoles en una pequeña ceremonia dentro de la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh, en presencia de dos guardas de seguridad y seis invitados, entre ellos dos testigos y sus dos hijos.
Moris, de 38 años, llegó a la cárcel acompañada de su madre; el padre y hermano de su prometido, John y Gabriel Shipton, y tomando de la mano a sus niños, Gabriel, de 4 años, y Max, de 2, nacidos cuando Assange estaba refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
La novia lució un llamativo vestido plateado diseñado por Vivienne Westwood, admiradora del programador informático, con un largo velo con palabras bordadas como “salvaje” o “ardiente”.
El novio, de 50 años, y los dos hijos de la pareja llevaban faldas escocesas, en honor a los orígenes de la familia del australiano.
Assange y Moris se casaron por lo civil y los guardas iban a ejercer de fotógrafos, debido a las restricciones en el número de asistentes impuestas por la dirección del penitenciario, indicó Moris antes del evento.
A las puertas del centro, un grupo de simpatizantes de Julian Assange, reclamado en extradición por Estados Unidos, se congregaron para mostrar su apoyo y celebrar la jornada con champán y pastel.
Tras la boda, una emocionada Moris se dirigió a ellos para confesar que está “feliz, pero también muy triste”.
“Lo que estamos pasando es inhumano. Él es la persona más increíble del mundo y debería ser puesto en libertad. Pero nuestro amor nos sostendrá”, declaró.
La abogada dijo en días previos a la boda que ellos asumirían el coste y pidió a quienes quisieran hacerles un regalo que ofrecieran un donativo a su campaña para sacarlo de prisión o que colgaran carteles a favor de su liberación en sus vecindarios.
Estados Unidos requiere a Assange para procesarlo por 18 presuntos delitos de espionaje e intrusión informática por las revelaciones de su portal WikiLeaks, que, entre otras cosas, expuso crímenes de guerra de ese país en Irak y Afganistán.
Tras perder su último recurso, la ministra británica del Interior, Priti Patel, deberá decidir ahora si autoriza la entrega del periodista, aunque sus abogados valoran recurrir otros aspectos del caso.
EFE