La neozelandesa Jane Campion cumplió con las expectativas y logró el Óscar a la mejor dirección gracias a “The Power of the Dog”, por lo que consiguió volver a recoger una estatuilla 28 años después de “The Piano”.
Campion se convierte así en la tercera mujer en conseguir el reconocimiento de la Academia de Hollywood a mejor dirección, después de Kathryn Bigelow (“The Hurt Locker”) en 2010, y Chloé Zhao (“Nomadland”), quien se coronó el año pasado.
En esta edición, la cineasta neozelandesa venció a Kenneth Branagh (“Belfast”); Steven Spielberg (“West Side Story”); Paul Thomas Anderson (“Licorice Pizza”) y Ryusuke Hamaguchi (“Drive My Car”).
Leyendo en algunos momentos un folio doblado y no especialmente nerviosa, la directora quiso acordarse del resto de finalistas, a los que se dirigió con un “podría haberlo ganado cualquier de vosotros”.
Campion llegaba a los Óscar con una trayectoria impresionante. Comenzó ganando el León de Plata de la Mostra de Venecia a la mejor dirección y su labor fue premiada en los Critics Choice, en los reputados Bafta británicos, en los Globos de Oro o en los Directors Guild of America.
En los Óscar no defraudó e hizo lo propio ganando su segunda estatuilla tras el premio a mejor guion original en 1994 con “The Piano”.
“Me encanta esta profesión por poder contar historias en profundidad”, declaró la directora de “The Power of the Dog”, una cinta que, entre otras cosas, diseccionar temáticas como la sexualidad reprimida o la masculinidad frágil.
“Quiero agradecer a todos los profesionales y amigos con los que he trabajado en la película”, prosiguió Campion, nombrando a algunos de ellos, como Benedict Cumberbatch, Kirsten Dunst, Jesse Plemons o Kodi Smit-McPhee.
La neozelandesa consiguió en 1994 ser la segunda mujer en la historia de los Óscar en ser nominada a mejor dirección tras Lina Wertmüller, por “Pasqualino Settebellezze” (1976), pero sería Kathryn Bigelow la primera en llevarse la estatuilla por “The Hurt Locker”.
Campion pone el broche así una trayectoria no muy extensa, pero con trabajos significativos y profundos como el ahora galardonado, “The Power of the Dog”.
EFE