“Los malandros nos tienen a monte”: Ciudadanos denuncian delincuencia desbordada en Bolívar

“Los malandros nos tienen a monte”: Ciudadanos denuncian delincuencia desbordada en Bolívar

Azotados por el hampa están los vecinos de la parroquia Cachamay en Puerto Ordaz, estado Bolívar. La Patilla entrevistó a habitantes de tres comunidades de esa zona y relataron el viacrucis que viven por el aumento de la delincuencia, sobre todo en horas de la noche.

Por Corresponsalía La Patilla





“Las calles están convertidas en una boca de lobo porque no hay ni bombillos en los postes, por eso los malandros nos tienen a monte”, dijo Eloy Pérez, un habitante de la urbanización Mendoza, una zona otrora tranquila y sin mayor incidencia delictiva. El ciudadano exhortó a los organismos competentes a alumbrar el sector.

“Durante la última semana asaltaron a tres vecinos, esto ya no lo podemos aguantar”, afirmó. Otra de las comunidades impactadas por los robos es Villa Central, un sector conformado principalmente por pequeños edificios de cinco pisos. Gloria Sifontes, una sexagenaria residente de la zona, comentó que hace varios días un grupo de maleantes ingresó a su apartamento.

“Creo que no me hicieron daño porque vieron que era una anciana. Yo venía con las bolsas del mercado y estaban escondidos por las escaleras, eran unos niños prácticamente. Cuando estaba abriendo la puerta me llegaron por atrás y me quitaron todo y corrieron”, señaló la vecina, quien no descarta complicidad con el vigilante u otros residentes, porque se trata de un sector con circuito cerrado.

La misma situación ocurre en la urbanización Orinoco, donde hasta la escuela perteneciente al grupo Fe y Alegría ha sido blanco del hampa. “Aquí todos estamos pendientes a toda hora, porque el fin de semana pasado unos chamos robaron en una venta de pollo y era mediodía”, contó Lisbelia Henríquez, otra vecina.

Desde la gobernación de Bolívar afirman que la policía está aumentando patrullajes y que los índices delictivos han disminuido, pero lo que se observa en la calle es todo lo contrario. Los testimonios de los ciudadanos dan cuenta de la escasa política en materia de seguridad y de lo desprotegida que está la ciudadanía.