Basura y zamuros: la “compañía” de los trabajadores del mercado de Tronconal III en Barcelona (Fotos)

Basura y zamuros: la “compañía” de los trabajadores del mercado de Tronconal III en Barcelona (Fotos)

 

 





Rodeados de basura y zamuros trabajan los comerciantes del mercado municipal José Antonio Anzoátegui, ubicado en el sector Tronconal III de Barcelona.

Por Javier A. Guaipo / Corresponsalía lapatilla.com

Y es que una de las entradas principales para el establecimiento es utilizado como vertedero público por propios y extraños, pese a las constantes quejas de los expendedores.

Según Luis Vázquez, quien vende pollos en su local, son escasas las oportunidades en las que pueden laborar con un ambiente limpio, pues los desechos “ya se han vuelto parte de la decoración”.

“Lo peor del caso es que el 80% de los desperdicios son de la comunidad y apenas un 20% del mercado. Gente viene en carros expresamente a tirar su basura ahí e incluso camiones de empresas descargan todo en ese lugar”, contó.

Vázquez agregó a toda hora se pueden ver lugareños llevando sacos y bolsas con restos de comida y demás, que por si fuera poco no arrojan al container que hay en el sitio sino que lo lanzan “donde caiga”.

 

 

“El aseo viene cada dos días, pero solo recogen lo del contenedor y se van. Ellos no se llevan lo que está regado en el piso sino una vez al mes, si acaso”.

Por su parte, Marlene Orta se quejó de que la administración del mercado sigue sin tomar cartas en el asunto, pese a las propuestas que han llevado.

“Aquí hay alrededor de 600 locales y al menos la mitad están en funcionamiento. Entre todos propusimos poner vigilancia que le indicara a las personas que no pueden echar desperdicios ahí, pero no nos han parado”.

La comerciante añadió que el espacio también es usado por los vándalos que roban cables, pues allí queman el plástico para extraer el cobre y venderlo.

“A más de uno han sacado de emergencia para el hospital por dificultades respiratorias. Entonces no sé qué están esperando para hacer algo”.

Orta manifestó que ella es una de las primeras que está en contra de trabajar con semejante “cochinero” tan cerca, pero no le queda de otra pues los que tienen el poder de acabar con el problema no han mostrado voluntad de hacerlo.