De guía turística e historiadora a “reportera ciudadana” en Ucrania (VIDEOS)

De guía turística e historiadora a “reportera ciudadana” en Ucrania (VIDEOS)

Alona Kibets es guía turística ucraniana de 25 años que anhela que su vida vuelva a la normalidad. Después dela invasión rusa, se ha dedicado a publicar historias de la guerra en su cuenta de Instagram. [Foto: Archivo particular]
 

 

 





Aunque Alona Kibets sabe que la lucha de su país es complicada, tiene fe en el ejército y los voluntarios de la nación para salir de la guerra. Por ahora, no contempla la posibilidad de irse de Ucrania.

Por vozdeamerica.com

Hace un poco más de un mes, Alona Kibets recorría las calles de Kiev, describiéndoles a los turistas la importancia de su historia, la belleza de sus iglesias y de su gente, con el mismo entusiasmo y alegría que lo hacía desde 2015, cuando comenzó a ser guía turística para, después, llamar la atención de los visitantes a través de sus cuentas de Facebook e Instagram.“La verdad a mí me encanta mi profesión y yo espero que todo eso va a acabar pronto, esa guerra va a acabar pronto y yo voy a poder seguir trabajando como guía de turismo porque es mi pasión. Es algo que me gusta porque, como ya mencionaba, yo estoy orgullosa de ser ucraniana”, dijo esta joven.

Ahora, la joven de 25 años, que nació cerca del Sumy y estudió historia en la Universidad Nacional de Kiev durante seis años, recorre las calles de su país, pero para pedir refugio, ver la destrucción y dar a conocer cómo, no solo en estos lugares, sino donde habitan sus familiares y amigos, la invasión rusa ha destruido todo a su paso.

 

Antes de todo esto, ella paseaba a los turistas, dice, por el corazón de la capital de Ucrania, desde la Plaza de la Independencia, donde ocurrió la revolución en 2004 y luego la denominada Euromaidán, de 2013 – 2014, cuando los ucranianos salieron a las calles y empezaron a protestar en contra de la política del presidente de ese entonces, Víktor Yanukóvich, pora poner fin al proceso de acuerdos con la Unión Europea. En es momento, fue derrocado.

También disfrutaba mostrando la Puerta Dorada, de Kiev y algunas iglesias: la catedral de Santa Sofía, la iglesia de San Andrés, el Monasterio de San Miguel “porque en Ucrania la religión principal es cristianismo ortodoxo y también es muy interesante”, recuerda la joven.

Otro de su puntos favoritos es Chernóbil, donde ocurrió el más grave accidente nuclear ,el 26 de abril de 1986; así como el Bosque Rojo, los árboles ubicados en unos 10 kilómetros de los alrededores de la central nuclear de esta ciudad.

“Es interesante que los rusos que entraron a una zona de la planta nuclear ahora están en la zona de Bosque Rojo, el área que está más contaminada del mundo… ellos entraron a la zona de explosión y están en un lugar donde no se puede estar, donde hay señales de radiación, que es peligroso”, dice la guía, con un tono de sorpresa.

Giro radical

Antes de la guerra, Alona pensaba que todo lo que está viviendo era imposible. El 23 de febrero llegó a Kiev, con la satisfacción de haber disfrutado unas merecidas vacaciones en el bosque, las montañas, cerca a la frontera con Polonia, pero tras una llamada de su suegra, su vida cambió por completo.

“Nos dijo que empezó la guerra, y yo no sé cómo explicar esto que sentí porque no podría creer que era verdad, pero después de una hora, dos horas, cerca de nuestra casa también empezamos escuchar los bombardeos”, recuerda la joven.

Salieron a refugiarse y luego volvieron a casa. Este ciclo lo vivieron varias veces, junto a su novio. Gracias a que Alona habla tres idiomas, tiene muchos amigos alrededor del mundo, quienes siempre le hablaron de una maleta de emergencia, algo que ella tomó como una broma, pero “cuando llegó ese día, ya empecé a preparar todo muy rápido, documentos, dinero, etcétera, y medicamentos”, desde una casa ubicada en un pueblo cercano a Kiev y el que prefiere no identificar.

Del refugio, recuerda “mucha gente, muchos niños. La gente mayor de edad… muchas mujeres embarazadas con niños”, señala. No obstante, gracias a que su padre es militar, reconocieron que este lugar solo tenía una salida, no era un lugar tan seguro, así que decidieron trasladarse, desde el 26 de febrero.

“Estuvimos allí, mucha gente gritaba, algunas personas estaban llorando porque durante las primeras horas de esos ataques claro que mucha gente tenía pánico por eso. Pero, ahora cuando nosotros estamos en el refugio, cuando hay sirenas o alarmas, todo ya es mucho más tranquilo… Claro que la gente tiene miedo, pero como nosotros ya sabemos qué tenemos que hacer, y en el refugio ya tenemos todo preparado”, relata la guía.

Actualmente, la joven y su novio viven en una casa que encontraron, a través de redes sociales, de una familia que ofreció su ayuda. No tiene nada especial, no tiene electricidad, solo agua en botella y un poco de comida.

No obstante, su familia no vive una historia parecida. Sus padres están en zonas que están siendo atacadas por las fuerzas rusas, al igual que sus abuelos. Incluso, su tío -que era militar- falleció al luchar contra este ejército, pero ella dice sentirse orgullosa de una familia que lucha, al igual que sus profesores y algunos compañeros.

¿Por qué quedarse en Ucrania?

“Es una pregunta muy complicada, porque como ya mencionaba, mi familia está aquí. Mis abuelos tienen 80 años. Mi abuelo nació durante la Segunda Guerra Mundial y mi abuela nació después de la Segunda Guerra Mundial. Entonces, ellos toda la vida viven en un pueblo pequeño, al norte de Ucrania, cerca de la frontera con Rusia y de Bielorrusia. Ellos nunca salieron de Ucrania y es gente mayor de edad. Por eso, ellos quieren estar aquí y ellos no quieren salir”, cuenta Alona.

 

Su madre los ayuda y su padre, al igual que su novio, trabajan. Además, no pueden salir del país. Por eso, ella prefiere, así corra riesgos, permanecer en Ucrania: “Yo quiero mucho a mis familiares y a mi pareja. Yo no puedo decir a ellos decir adiós y decir sola porque mi vida está aquí. Todo lo que yo tengo está aquí en Ucrania y yo no puedo imaginar mi vida sin la gente que yo quiero porque no hay salida en otro país, nos van a estar felices si vas a estar en un lugar seguro y ellos no”, dice orgullosa.

Ahora, se dedica a publicar en Instagram la situación en diferentes lugares de Ucrania, también gracias a la información que recibe de sus familiares y amigos. Ha tomado fotos, videos, que divulgó, al principio, sin filtro, pero se ha dado cuenta, poco a poco, que debe tener cuidado con el contenido y mesurarse con sus publicaciones.

La guía dice que entendió “que muy poca gente sabe sobre ese conflicto que Ucrania tiene durante muchos años con Rusia y muy poca gente recibe la información desde el punto de vista de una persona que está aquí, en Ucrania. Por eso, yo empecé al principio a hacer fotos de todo lo que está cerca de mí”.

Las ayudas

Sus redes sociales también han servido para informar a sus seguidores sobre cómo donar al Banco Nacional de Ucrania, y para pedir ayuda de trabajo y alojamiento para amigos que han salido del país. Es más, dice que ha recibido mensajes de latinoamericanos ofreciendo su ayuda con donaciones, medicamentos, implementos, etc.

Por ahora, dice Alona, todos en su país se encuentran en pie de lucha y tiene la esperanza de que su Ucrania salga victoriosa.

“ ¿Por qué estamos haciendo eso? Es nuestra tierra, es la tierra de mis tatarabuelos, de mis abuelos y nuestros raíces, todo está aquí. Todo lo que tenemos está en ese país. Por eso, no podemos rendirnos”, señala la joven.

“Nuestro ejército está haciendo todo lo posible… Un soldado ucraniano que está en el ejército, él entiende por qué tiene que luchar, porque su esposa, por ejemplo, ahora está en Polonia con su hijo. Sus padres están en Mariúpol o Jarkov. Por eso, él va a hacer todo lo posible, porque es su patria”, agrega.

 

Afirma además que no es posible recuperar Ucrania sin la ayuda de la comunidad internacional, que las sanciones no son suficientes porque Rusia es un país grande y que aún no entiende por qué Europa tiene miedo, cuando muchos de sus compatriotas están en las calles enfrentando las tropas rusas con la frente en alto. Lo único que pide es que las personas, si no tienen dinero para donar, salgan a las calles a protestar o lo hagan a través de sus redes sociales.

“No tenemos que olvidar sobre ese tema. Tenemos que luchar porque Rusia invierte mucho dinero a propaganda. Rusia invierte mucho dinero para crear las mentiras, etc. Por eso, tenemos que luchar, tenemos que esforzarse un poquito más y venceremos. Y después haremos un tour por Kiev y por Chernóbil”, concluye sonriendo.