Primero viene el amor, luego viene el matrimonio, ¿luego viene el padrino para robarle la novia al novio en la boda?
Bueno, ese fue el caso de Desiree White, de 32 años, quien finalmente se divorció de su esposo para casarse con su amigo de toda la vida y el padrino de su boda, Bryant, después de que él confesó su amor eterno por ella mientras brindaba por su boda con su entonces mejor amigo.
Por NY Post
Traducción libre de lapatilla.com
“Él dijo: Recuerdo el primer momento en que vi a Desiree, la amé. Me enamoré de ella. Sabía que ella tenía que ser mía. Pensé que era la persona más hermosa que había visto en mi vida”, comentó White, de Illinois, a Kennedy News and Media sobre el discurso del padrino de Bryant durante su matrimonio en 2010.
“Él dijo: Ella es la mejor persona que he conocido. Nunca he conocido a nadie como ella. Luego descubrí que ya tenía novio y pensé que necesitaba encontrar una manera de conseguirla, pero luego conocí [al exmarido de White] y nos hicimos amigos”, recordó.
Se desconoce la identidad del ex cónyuge de White.
Pero ella y su ex se sentaron uno al lado del otro, boquiabiertos, mientras Bryant derramaba su corazón frente a ellos y sus 200 invitados a la boda.
“[Bryant] simplemente dijo: Los amo a los dos, felicitaciones. Terminó ahí”, agregó, y señaló que sus orejas “se pusieron rojas” de vergüenza después de su admisión. White recordó que una ola de incomodidad se apoderó de la habitación y recordó que “Todos se estaban riendo, y luego se quedó en silencio”.
Desiree estaba “confundida” por la confesión de Bryant, sobre todo debido a la naturaleza incondicionalmente platónica de su camaradería de años.
“Bryant y yo nos conocimos en clase en la escuela secundaria”, relata White a Kennedy News. “Tenía novio en ese momento y, por eso, realmente no iba a hablar con otras personas”.
Después de mostrarle una foto de su entonces novio, Bryant inmediatamente reconoció al niño como alguien que compartió el mismo período de almuerzo que él. Los tres formaron un estrecho vínculo de amigos poco después.
“Bryant y mi exmarido se convirtieron en mejores amigos y, como eran chicos, hacían muchas cosas juntos. Hicieron todo juntos”, contó White, insistiendo en que no albergaba ningún sentimiento romántico por su ahora esposo durante sus años formativos.
“Presenté a Bryant [en citas con otras mujeres] tantas veces”, dijo. “He tenido citas dobles con él y siempre le digo a la gente que nunca hubiera salido con la persona que era entonces”, aseguró White, y agregó que, en ese momento, “tenía mucho por crecer. Realmente no lo miré de esa manera”.
Pero White recuerda vívidamente la mirada de afecto que puso Bryant cuando la vio adornada con un traje de novia la mañana en que iba a casarse con su amigo.
“El día de la boda, entré a la sala de estar, justo cuando terminé de arreglarme con el vestido de novia puesto y el cabello arreglado. Bryant entró en la casa de mis padres y se congeló y me miró”, relató.
“Le dije: ‘Oye, ¿qué pasa?’ Dijo que me veía hermosa. Nunca había tenido un momento de él mirándome así”.
Dejando a un lado su mirada de adoración, White procedió a su boda y se casó. Bryant, a su vez, se emborrachó y luego declaró públicamente su amor por ella. Pero su desahogo desenfrenado no se detuvo en el discurso de su padrino.
Más tarde esa noche, White compartió un baile con él mientras su nuevo esposo cortaba una alfombra con su dama de honor. White recordó que mientras bailaba con Bryant, dijo: “¿Por qué nunca me diste una oportunidad? Siempre te habría cuidado. Le pregunté qué quería decir y me dijo: Nada. Te amo, amo [al exmarido de White]”, relató. “Luego se quedó callado”.
Después de su gran día de festividades, White recordó confundida que esperaba haber “interpretado mal” la revelación de amor de Bryant y trató de barrer su confesión “debajo de la alfombra” en su mente.
“Estoy segura de que fue porque estaba realmente borracho y solo”, recordó haber pensado para sí misma en ese momento. “Sabía, hasta este punto, que él tenía novias que no estaban funcionando y él era una especie de tercera rueda”.
Sin embargo, menos de un año después, cuando su matrimonio comenzó a desmoronarse porque su entonces esposo había adoptado lo que ella llamó “un estilo de vida totalmente diferente”, la relación de White con Bryant dio un repentino giro romántico.
“Cuando [mi ex y yo] rompimos y nos divorciamos, pasé por una depresión y realmente me aislé. Simplemente no quería esforzarme por nada”, señaló que Bryant la colmó de apoyo emocional durante la separación. “Me pedía que comiera con él o pasara el rato y viera un programa. Él estaba tratando de estar allí para mí”.
Entonces, para su sorpresa: “Bryant y yo nos besamos un día cuando estábamos saliendo”, dijo White.
“Fue de la nada. Cuando me besó, no lo detuve, luego le devolví el beso”, agregó. “Me sorprendió que fuera un buen beso. Se sentía bien y natural”.
Casi de inmediato, los amigos se convirtieron en amantes. Y, en un año, quedó embarazada de su primer hijo, Sawyer, que ahora tiene 9 años, y la pareja se casó en 2012.
“[Bryant] dice: Siempre quise casarme contigo y esto no es por el bebé, pero comencemos bien esta familia”, comentó White. “Siempre fuimos amigos, pero cuando estábamos juntos [románticamente], era como si ya nada fuera difícil de hacer sabiendo que nos teníamos el uno al otro”.
Y White, ahora madre de ella y de los cuatro hijos de Bryant, dijo que está viviendo el sueño.
“Nos encanta ser padres. Desiree, de veinte años, no pensaría que podría ser madre de cuatro hijos”, proclamó. “Ella no podía imaginar que así sería mi vida ahora”.