Las muertes de más de 200 recién nacidos y nueve mujeres en el hospital inglés de Shrewsbury and Telford durante un periodo de veinte años podrían haberse evitado si no se hubieran producido “repetidos fallos en su cuidado”, según concluye un informe independiente publicado este miércoles.
Donna Ockenden, experimentada comadrona designada por el Gobierno británico para analizar el funcionamiento de ese centro público, examinó 1.862 casos sospechosos, ocurridos entre los años 2000 y 2019.
Su informe, algunos de cuyos hallazgos ya había adelantado a finales de 2020, constata que los responsables sanitarios “no investigaron, no aprendieron y no mejoraron” a raíz de las personas fallecidas y las quejas que recibieron a lo largo de los años.
“No había suficiente personal y faltaba formación continuada para la plantilla”, dictaminó al presentar su informe la comadrona, que criticó asimismo la “cultura de no escuchar a las familias” en el centro médico.
La mayoría de las muertes neonatales se produjeron en los primeros siete días de vida del bebé y en cerca de un tercio de todos los incidentes analizados se detectaron problemas “significativos o graves” cuyo arreglo habría mejorado el pronóstico médico de los afectados.
De entre las doce muertes de madres que se analizaron, el equipo de Ockenden identificó deficiencias importantes en sus cuidados en nueve casos.
El documento de 250 páginas detalla errores como falta de material adecuado en situaciones de emergencia, retrasos a la hora de monitorizar a las madres y trasladarlas a la sala de partos, así como una cultura contraria a los nacimientos por cesárea que pudo ser perjudicial en algunos casos.
El informe destaca que el hospital reflejaba en 2005 una tasa de cesáreas del 14 %, frente a una media del 23,2 % en el conjunto del Reino Unido, y recoge testimonios de personal del centro que subrayan que la dirección estaba “muy orgullosa” de esas tasas.
“Las unidades de maternidad parecen haber estado penalizadas en caso de altas tasas de cesáreas”, indica el documento, que recoge casos en los que esa práctica podría haber mejorado el resultado de la práctica médica.
“Sentí que mis preocupaciones durante el parto no se tenían en cuenta, que me obligaban a tener un parto natural cuando una cesárea de emergencia era lo más apropiado, simplemente para no ensuciar sus preciosas tasas de nacimientos naturales”, subraya uno de los comentarios de madres que pasaron por ese hospital incluido en el informe.
El ministro de Sanidad, Sajid Javid, expresó hoy en el Parlamento una disculpa a las familias afectadas por el “trauma inimaginable” que han sufrido.
“El informe muestra claramente que fuisteis abandonados por un servicio que estaba ahí para ayudaros a vosotros y a vuestros seres queridos a traer la vida a este mundo. Haremos los cambios que el informe señala que son necesarios, tanto a nivel local como nacional”, aseguró el ministro.
EFE