Un fiscal pidió el jueves a un tribunal de Estambul cerrar el caso del periodista saudita Jamal Khashoggi, brutalmente asesinado en Turquía, confirmó su prometida turca.
El pedido del fiscal se da en un momento en que Turquía busca un deshielo en las relaciones con Arabia Saudita, especialmente en el ámbito económico. Esas relaciones bilaterales empeoraron tras el asesinato del colaborador del diario estadounidense The Washington Post en el interior del consulado saudita en Estambul.
“El fiscal pidió, acorde con la demanda saudita, la transferencia del caso a (Arabia Saudita) y su cierre en Turquía”, escribió en Twitter la novia de Kashoggi, Hatice Cengiz, tras una audiencia en la principal corte de Estambul.
El 2 de octubre de 2018, Khashoggi ingresó al consulado para hacer los trámites para casarse con Cengiz. Según autoridades de Estados Unidos y Turquía, un escuadrón saudita que lo esperaba lo estranguló y desmembró su cuerpo, que no ha sido encontrado.
El asesinato generó indignación internacional y agencias de inteligencia occidentales aseguran que el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, autorizó el homicidio.
El príncipe heredero ha dicho que acepta la responsabilidad de Arabia Saudita en el caso, pero rechaza cualquier vínculo personal. Riad asegura que fue obra de agentes que actuaron por su cuenta.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo en aquel momento que la orden de matarlo “vino de los niveles más altos” del gobierno saudita.
Insatisfecha con el juicio en Arabia Saudita, Turquía inició su propia investigación del asesinato y sometió a 26 sauditas a un juicio en ausencia, incluyendo a dos allegados del príncipe heredero. Aquel juicio se había iniciado en julio de 2020 ante un tribunal de Estambul
– Sospechosos “extranjeros” –
Según la agencia noticiosa privada DHA, el fiscal dijo que el caso “se ha demorado porque las órdenes de la corte no pueden ser ejecutadas debido a que los sospechosos son extranjeros”.
“Noticias terribles”, comentó Erol Onderoglu, representante de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en Turquía, sobre la solicitud del fiscal y pidió al ministerio de Justicia rechazarla.
“El caso Khashoggi parece que esta vez será víctima de un acercamiento diplomático entre Turquía y el reino” saudita, declaró a la AFP.
Cengiz dijo en febrero en una entrevista con AFP que Turquía debe insistir en hacer justicia por Khashoggi, “incluso si mejora sus relaciones” con Riad.
“No creo que sea lo mejor para nadie cerrar completamente el caso”, indicó.
Consultada si estaba decepcionada, Cengiz respondió: “si lo vemos del punto de vista de la política real (la posición turca) no me decepciona” y agregó que los países no son gobernados por las “emociones” sino por los intereses mutuos.
Pero insistió en que “desde un punto de vista emocional”, ella está triste.
“No porque mi país haya hecho las paces con Arabia Saudita y el caso se está cerrando (…) sino que al final, no importa con cuánta fuerza lo defendimos (…) ahora todo vuelve a como estaba al inicio, como si nada hubiera pasado. Inevitablemente estoy decepcionada por eso”, dijo.
Turquía -que arrastra una crisis económica y requiere de comercio e inversiones extranjeros- buscó apoyo de sus rivales regionales como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
El ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu, dijo el jueves en una entrevista por televisión que algunos “pasos concretos” serían tomados próximamente para normalizar las relaciones con esos países.
La próxima audiencia en el caso está programada para el 7 de abril.
AFP