Poco después de ingresar a los EE. UU., Jocelyn, de dos años, y sus padres se acostaron en las calles de Del Rio, Texas, y durmieron.
Por New York Post
The Post vio a tres niños inmigrantes durmiendo al aire libre el jueves, incluida Jocelyn, una muestra de lo que los grupos de ayuda temen que será una crisis humanitaria masiva una vez que la administración Biden levante la autoridad de salud del Título 42 , que permitió las expulsiones sumarias de inmigrantes, el 23 de mayo.
Jocelyn y su familia, que viajaron durante 23 días desde Nicaragua, habían estado esperando afuera de una estación de servicio Stripes que funciona como el punto de recogida del autobús Greyhound en Del Río. Esperaban tomar un autobús a San Antonio después de ser liberados de la custodia de la Patrulla Fronteriza, pero no había suficiente espacio.
“Después de enfrentar tanto peligro para llegar aquí, dormir en el piso no parece tan malo”, dijo el padre de la niña, quien no quiso ser identificado. “Es más difícil para los niños”.
Del Rio es un pueblo de unos 35.000 habitantes que se ha convertido en uno de los cuatro puntos críticos para que los inmigrantes ilegales crucen la frontera entre Estados Unidos y México, según la Patrulla Fronteriza. (McAllen en Texas y Yuma y Tucson en Arizona son los otros). El desbordamiento ha dejado a los pequeños pueblos fronterizos luchando por responder a oleadas aparentemente interminables de migrantes.
No hay un refugio para inmigrantes en Del Rio, lo que deja a los inmigrantes sin dinero en efectivo para pasar la noche mal, y su presencia no ha pasado desapercibida.
J. Antonio Fernández, director de Caridades Católicas de la Arquidiócesis de San Antonio, dijo que espera abrir un refugio en Del Rio el 27 de mayo, días después del fin del Título 42. Dijo que la crisis de migrantes haitianos de septiembre pasado, en la que miles acamparon debajo de un puente local antes de intentar ingresar a los EE. UU. convencieron a la organización de que necesitaban traer más recursos al área.
“Con la desaparición del Título 42, mucha gente cruzará la frontera más rápido, y luego podríamos tener un cuello de botella en la frontera sur”, dijo Fernández. “Mi suposición es que vamos a tener mucha gente viniendo porque verán que la frontera está abierta”.
Desde que entró en vigencia en marzo de 2020, al comienzo de la pandemia de COVID-19, el Título 42 ha sido citado 1,7 millones de veces para expulsar rápidamente a los migrantes antes de que se escuchen sus solicitudes de asilo.
Faltando poco más de siete semanas para la remoción de la autoridad, Fernández se reunió recientemente con un enlace de la Casa Blanca con grupos sin fines de lucro para discutir lo que viene después.
Cuando se le preguntó qué le dijo específicamente la Casa Blanca que hiciera para prepararse para el levantamiento del Título 42, Fernández se hizo eco de las fuerzas del orden locales y los funcionarios electos.
“Nada”, dijo. “No hay planes”.
Actualmente, Caridades Católicas aloja a cientos de inmigrantes cada noche en habitaciones de hoteles de San Antonio para mantenerlos alejados de las calles antes de que tomen un autobús o un vuelo a sus destinos finales en todo Estados Unidos. Fernández dice que otros pasan la noche en el Aeropuerto Internacional de San Antonio.
“Tal vez 1.000 personas hayan dormido en el aeropuerto”, dijo. “Por lo general, si un vuelo sale a las 2, 3 de la mañana, no los meten en los hoteles. Simplemente los llevan a los aeropuertos”.
“¿Cómo nos comunicamos entre todos los socios, ICE, Patrulla Fronteriza, organizaciones sin fines de lucro, para que no tengamos personas durmiendo en las calles, para que no tengamos 1,000 personas durmiendo en el aeropuerto?” preguntó Fernández. “Si eso es lo que está sucediendo en este momento, no puedo imaginarlo dentro de dos meses”.