El ministro de Exteriores italiano, Luigi di Maio, aseguró este domingo que las “atrocidades” cometidas por Rusia en el distrito ucraniano de Bucha, donde se han encontrado cientos de cadáveres de civiles tras la liberación de la ciudad de las tropas rusas, “no pueden quedar impunes”.
“La existencia de crímenes de guerra debe ser investigada lo antes posible. Estas atrocidades no pueden quedar impunes”, dijo Di Maio, que se mostró impresionado por las “escalofriantes imágenes de Bucha” en sus redes sociales.
“Cuerpos de civiles ucranianos en el suelo, asesinados, con las manos atadas. Crueldad, muerte, horror”, añadió el jefe de la diplomacia italiana, que aseguró que su país se encuentra “al lado del pueblo ucraniano” y que “hay que detener la guerra rusa”.
El ex primer ministro Enrico Letta, líder del Partido Demócrata, la mayor formación progresista del país, integrada en el Gobierno que preside Mario Draghi, pidió en Twitter un embargo energético inmediato de Rusia.
“¿Cuántos Bucha tiene que haber antes de que pasemos a un embargo total del petróleo y el gas de Rusia? Se acabó el tiempo”, dijo Letta, que añadió: “Estamos en contra de la barbarie de la guerra de Putin”
Tras el hallazgo de varios cientos de cadáveres de civiles, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, pidió hoy el envío de una misión de la Corte Penal Internacional (CPI) a Bucha y al resto de zonas del norte de la capital que estuvieron hasta el viernes bajo control ruso para recoger pruebas de posibles crímenes de guerra.
“La masacre de Bucha fue deliberada. Los rusos quieren eliminar a tantos ucranianos como puedan,” afirmó en Twitter el ministro, que instó además la comunidad internacional a imponer “sanciones devastadoras contra Moscú.
En la zona se registraron combates especialmente cruentos cuando las tropas rusas trataban de rodear Kiev y los habitantes sufrieron además una difícil situación humanitaria debido a los cortes de suministro.
EFE