Otro problema para Putin, esta vez proveniente del personal civil de sus Fuerzas Armadas: “la falta de adecuación salarial ante la inflación acelerada, a niveles sin precedentes, tiene un impacto muy negativo en la socioeconomía y, en consecuencia, en el nivel moral y psicológico en el personal civil”, dijo en una carta el jefe del Comité de Arkhangelsk del Sindicato del Servicio Civil. La noticia fue rápidamente recogida por la Inteligencia ucraniana dentro de la estrategia de minar la moral del enemigo.
Por La Razón
Hoy, -asegura dicho servicio- el complejo militar-industrial ruso está comenzando a experimentar disturbios sociales debido a una fuerte caída en los salarios y el nivel de vida. Esta es una consecuencia lógica de los costos astronómicos de la guerra y la incapacidad de garantizar ingresos presupuestarios estables debido a las sanciones internacionales y las recesiones económicas.
Los sindicalistas -subraya- se han desesperado para tratar de resolver el tema a nivel sectorial. Por lo tanto, “en relación con la inutilidad de numerosas apelaciones por escrito al Ministerio de Defensa y al Gobierno de la Federación Rusa sobre el aumento del nivel de salarios del personal civil”, se propone apelar ante el Tribunal Supremo de la Federación Rusa. El requisito principal es “obligar al gobierno y al Ministerio de Defensa a adecuar los salarios”, dice la citada carta Este caso -enfatizan los ucranianos- demuestra la efectividad de las sanciones económicas internacionales y la incapacidad del país ocupante para resolver los problemas socioeconómicos a expensas de los recursos internos.