Ante la carencia de más de 450 pupitres en la Escuela Técnica Fe y Alegría Ángel de la Guardia, ubicada en el populoso sector de Sabana Grande en Maturín, los profesores y la directiva de la institución han tenido que ingeniárselas en turnos de la mañana y tarde para dar clases.
Por: Corresponsalía lapatilla.com
El centro educativo cuenta con una matrícula de 1.050 alumnos desde el nivel de preescolar hasta media técnica. A este problema se le suma la falta de electricidad, agua potable, fallas en la infraestructura y atención en otras áreas.
La subdirectora académica de este plantel, Rosa Molinos, informó que se hace muy cuesta arriba retomar las clases presenciales en su totalidad, mientras no cuenten con las condiciones óptimas.
“Contamos con una matrícula de 1.050 estudiantes, pero solo tenemos capacidad para 525 por jornada. No hay condiciones para atender de una sola vez a todos los estudiantes. Cada nivel viene por grupos y son atendidos presencialmente”, manifestó la educadora.
Tras anunciarse el retorno a clases al 100% por el régimen de Nicolás Maduro, en esta institución se han realizado varias jornadas de recuperación de pupitres con el apoyo de padres y representantes. De esta forma han podido paliar un poco el déficit de pupitres que registra.
Delincuencia implacable
Como muchas otras escuelas en la entidad, tras dos años de pandemia, este centro educativo fue abandonado, lo que la delincuencia aprovechó para ensañarse. Vale destacar que esta institución se encuentra ubicada en uno de los sectores más inseguros de la capital monaguense.
Poco a poco, los delincuentes se llevaron techos de los salones, aires acondicionados, la bomba de agua, cables eléctricos, material educativo y estructuras de hierro.
Aunque la Fundación de Edificaciones Educativas (FEDE) que depende del Ministerio de Educación dotó 35 láminas de zinc para habilitar algunos salones, se mantienen muchas deficiencias.