Cuando Ella Nik Bayan, una mujer transgénero iraní de 40 años, se prendió fuego en la icónica plaza Alexanderplatz de Berlín en septiembre del año pasado, su muerte tuvo un gran impacto para sus amigos y colegas más cercanos.
Por BBC Mundo
Seis meses después, solo los restos carbonizados en los adoquines dan fe de lo que pasó. La historia suscitó un debate en los medios alemanes durante un tiempo, planteando muchas preguntas pero encontrando pocas respuestas.
Puede que el interés público haya disminuido desde entonces, pero la confusión y la tristeza de aquellos que conocían bien a Ella no ha cambiado.
Algunas personas en la amplia comunidad trans vieron el acto de autoinmolación pública de Ella como una protesta, pero no dejó ningún mensaje ni explicación y algunos de sus amigos más cercanos sienten que no hubo un motivo político.
Entonces, ¿qué llevó a Ella a un acto tan desesperado? ¿Qué le había pasado desde que salió de Irán que pudiera explicar la decisión de acabar con su vida? Se pueden encontrar indicios en los desafíos que enfrentó en el periplo que terminó en Alexanderplatz.
“Era una persona muy amable y tímida. Siempre estaba sonriendo”, recuerda Edna Pevestorf.
Edna es una coordinadora de trabajo social que conoció a Ella cuando llegó por primera vez a Magdeburg, una ciudad en la antigua Alemania Oriental donde el partido antiinmigrante Alternative fuer Deutschland (Alternativa para Alemania) obtuvo un fuerte respaldo en las últimas elecciones.