Tras dos años de haber renunciado a sus títulos de la realeza, el príncipe Harry y Meghan Markle regresaron al Reino Unido para estar presentes en la inauguración de los Juegos Invictus; pero antes una parada ¡muy importante!
Sin previo anuncio, visitaron a la reina Isabel II, junto a su mujer, el hijo pequeño del príncipe Carlos se ha reencontrado con su abuela; aquejada ultimamente de serios problemas de movilidad. Según ha confirmado su portavoz a la revista HELLO!, la pareja ha coincidido también con el principe Carlos en su inesperada visita a Londres.
Con información de El Farandi
Tras confirmarse la ausencia de la reina Isabel II en el Servicio de Pascua, que por primera vez ha tenido que ser sustituida por su hijo mayor el príncipe Carlos y su mujer, Camilla de Cornualles en el tradicional ‘Royal Maundy Service’; la oficina de prensa de los duques de Sussex ha confirmado que la pareja, antes de llegar a los Países Bajos, ha decidido hacer una parada para reencontrarse con la familia en Reino Unido. Lo que aún no ha podido ser confirmado es si el matrimonio viaja con sus hijos; Archie, que está a punto de cumplir los tres años, y Lilibet, de diez meses, o si por el contrario la pareja ha decidido dejar a los pequeños en los Estados Unidos.
Antes de este nuevo encuentro secreto con su abuela que acaba de revelarse, Harry ya había regresado al país solo en dos ocasiones. La primera para participar en el sepelio de su abuelo el duque de Edimburgo el 17 de abril de 2020; cuando Meghan estaba embarazada de su segundo hijo. Después, el hijo menor del príncipe Carlos regresó a Inglaterra; sin la compañía de su mujer para asistir en julio de 2021 a la inauguración de una estatua en homenaje a su difunta madre, la princesa Diana de Gales, junto a su hermano el príncipe William.
No obstante, la pareja ya justificó su alejamiento por la falta de seguridad; Harry no se siente seguro en su país natal. El príncipe no dispone de protección policial, ni se le permite pagar a agentes de su propio bolsillo que le acompañen; por lo que ha emprendido acciones legales contra el Ministerio del Interior para intentar solucionar la situación. De hecho, ninguno de los dos asistió al multitudinario funeral en recuerdo al desaparecido duque de Edimburgo que tuvo lugar en la Abadía de Westminster el pasado mes de marzo.
La delicada salud de Isabel II, que cumplirá 96 años, le está impidiendo acudir a celebrar junto al pueblo británico las tradiciones religiosas; tras dos años de restricciones por culpa de la pandemia. Se ha confirmado ya que el próximo domingo tampoco podremos verla en el oficio de Pascua que se celebrará en Windsor. Los problemas de movilidad que arrastra en los últimos meses están obligando a la Reina a cancelar algunas de sus citas más esperadas e importantes.