El presidente de la Federación de Trabajadores de Nueva Esparta (Fetraesparta), Luis Castro, denunció el impacto físico y mental que están teniendo las fallas en los servicios públicos en la masa laboral de la isla de Margarita.
Por Dexcy Guédez
Aseguró que cada día los trabajadores rinden menos en sus labores e incluso la ausencia laboral es alta como consecuencia de los largos ciclos en el suministro de agua potable que generalmente llega 45 días, pero que a veces se prolongan más allá de los 60 días.
“Si a eso sumamos los constantes apagones que no los deja dormir, los trabajadores no pueden estar en las condiciones óptimas para rendir en sus asignaciones laborales”, subrayó Castro.
Además, refirió que es imposible que con los sueldos “miserables” que devengan los trabajadores del sector público, puedan pagar 15 o hasta 25 dólares que les cobra un camión cisterna para poder garantizarles el agua potable.
“Una persona que no se puede bañar bien ni dormir las horas necesarias, no puede rendir en sus labores”, reiteró el dirigente sindical.
Mencionó el impacto que tienen las fallas de los servicios de electricidad e internet en muchas personas que trabajan desde sus hogares para ganarse el sustento personal y de la familia.
Castro se mostró complacido con la recuperación económica que mostraron las islas de Margarita y Coche, durante la temporada de Semana Santa, pero al mismo tiempo lamentó ver a los neoespartanos cual “zombies” por las calles buscando agua en cualquier envase, porque desde el 7 de marzo, la Hidrológica del Caribe (Hidrocaribe) no envía agua a los sectores más poblados.
“Los empresarios pueden garantizar el agua y generar la electricidad para los turistas, pero quién le garantiza esos servicios a los neoespartanos de a pie, se preguntó.