Los rusos usan su táctica favorita, construida con el tiempo y a menudo utilizada con efectos devastadores: los bombardeos masivos. Y en el centro está su artillería, a la que a menudo se hace referencia como “El Dios Rojo de la Guerra”. El general Alexander Dvornikov, el ‘carnicero de Siria’ ahora al mando de las operaciones, ha hecho traer vehículos y vehículos desde los sectores más cercanos, pero también desde las regiones periféricas de la “madre patria”. El transporte se ha realizado por vía férrea, la cadena logística crucial para los invasores. De hecho, no han sido pocas las imágenes de los convoyes, imposible ocultarlas. No al espionaje, sino también a simples “mirones” que han compartido las fotos.
Por: El Mundo
Moscú depende de cañones de largo alcance, sistemas de misiles tierra-tierra autopropulsados (las existencias aún deberían ser numerosas) y lanzacohetes que disparan el Grad, una versión moderna del famoso Katiuscia. Su alcance es de unos 30-50 kilómetros, dependiendo del tipo. Lanzan lluvias de proyectiles sobre las posiciones de los defensores, junto con las bombas de la aviación, que atacan en un promedio de 200 incursiones por día.
El objetivo es romper la “espalda” del dispositivo del oponente, primero ablandarlo y luego hacerlo incapaz de contramaniobrar. No sólo eso. La artillería, subraya el ex general estadounidense Hertling, siembra el “caos”, inspira miedo, provoca víctimas pero también tiene un impacto psicológico ya que no “ves” la amenaza que se avecina. La intención es siempre crear “bolsas” dentro de las cuales concentrar la máxima potencia de fuego.
Del resto se ocupan las unidades mecanizadas: unas provenientes del sector de Kiev, las otras ya comprometidas en el este y el sur, y, finalmente, las nuevas llegadas de material.
El Pentágono calcula que Rusia cuenta con 76 BTG (Battalion Tactical Group), 11 agregados recientemente. En cuanto a sus condiciones reales de funcionamiento, los juicios suelen ser cautelosos: no basta con reunir a los soldados, sustituir a los numerosos oficiales muertos (casi el 20%, incluidos 6-8 generales), reparar los vehículos dañados. Se necesitará una gran coordinación y una cadena jerárquica que funcione.
La logística, quizás, sea menos complicada, pero debe ser eficaz para alimentar las baterías. Los rusos, de momento, tienen gran cantidad de medios, apoyados por un importante “volumen” de fuego. Algunos observadores, que se basan en lo que ha sucedido hasta la fecha, se mantienen escépticos. Sin embargo, el Estado Mayor, dicen otros, puede haber corregido “lo que es posible”, y sería un error subestimar los recursos. Los enfrentamientos de las últimas horas, dicen los especialistas, pueden ser parte de la ofensiva, pero también una forma de sondear las posiciones de la resistencia.
LAS “ARMAS DE GRAN CALIBRE” DE UCRANIA
Los ucranianos, a su vez, han desplegado las “armas de gran calibre”. El Pentágono ha confirmado que las armas de 155 mm incluidas en uno de los últimos paquetes también están “en primera línea”. Los soldados locales reciben entrenamiento rápido, según las fuentes estadounidenses, y de una manera que consideran suficiente. A ellos se suman los Zuzana autopropulsados enviados desde Eslovaquia y quizá modelos enviados por aliados que no lo han declarado abiertamente.
Los caminos son siempre infinitos. Reino Unido ha prometido numerosos ejemplos del vehículo blindado Stormer, equipado con misiles antiaéreos y antihelicópteros. Holanda también ha anunciado que enviará vehículos blindados, aunque sin especificar el tipo. Algunos observadores advierten que la resistencia necesita más, y esperan que la OTAN garantice otras armas o sistemas de misiles que permitan a Kiev batirse con un enemigo que, pese a todos los obstáculos, persigue un objetivo militar y político.
Las noticias sobre los duros combates en la zona este probablemente inducirán a los gobiernos europeos a enviar nuevo material y, por ello, los hombres de Zelenski subrayan la urgencia. ¿Cómo se puede parar el desafío ruso? Hertling lo explica: primero hay que averiguar dónde están las armas, luego intentar neutralizarlas. Kiev cuenta con radares suministrados por Estados Unidos y con ellos puede aumentar sus posibilidades de respuesta. Por supuesto, también necesitarían más en este frente.
Igualmente crucial es el papel de los drones de reconocimiento y ataque: los ucranianos han hecho un uso extensivo de ellos y han logrado ralentizar la primera ofensiva. Pero muchos han sido destruidos. ¿Han aportado los turcos más Tb2 o han suspendido la ayuda? ¿Podrán estos aviones realizar incursiones y escapar de los cazas rusos? Quedan muchas incógnitas.
Hertling está convencido de que la logística seguirá teniendo un profundo impacto. Como el tiempo: de momento hay al menos siete días por delante de cielo nublado con lluvia. No es ideal para movimientos masivos, tampoco para la aviación.