Rusia ha sufrido una inesperada destrucción de vehículos de guerra en los 55 días de invasión. Uno de los objetivos más codiciados de las tropas ucranianas son los vehículos blindados del enemigo, en especial los tanques. Según la página oficial de Facebook de las fuerzas armadas ucranianas, Moscú perdió 684 tanques hasta el 5 de abril. Otras estimaciones como la de Oryx, un blog militar y de inteligencia, reduce a 476 los tanques rusos que han quedado fuera de juego, de los que 236 fueron destruidos, ocho dañados, 40 abandonados y 192 capturados.
Por: La Razón
Puede parecer una cifra alta, y lo es, pero se queda pequeña si se compara con los 12.240 tanques que posee la Federación Rusa en sus arsenales, muchos de ellos de la era soviética, como el T72, que con diversas evoluciones lleva en el mercado cerca de cincuenta años. Está equipado con un arma principal de 125 milímetros que dispara misiles antitanque guiados y municiones explosivas. Durante estas semanas de guerra, sin embargo, se han visto numerosas unidades destruidas, estropeadas y quemadas con sus soldados dentro. ¿Por qué sucede esto?
La explicación hay que buscarla en el tipo de construcción especial del T-72, uno de los tanques más populares rusos exportado a decenas de países en las últimas décadas. Este modelo dispone de un cañón autocargable que ahorra espacio, lo que permite una tripulación de solo tres soldados (conductor, artillero y comandante) en lugar de los cuatro habituales. El carro ruso es más maniobrable y compacto, y además ofrece una gran potencia de fuego. El punto negativo de este diseño está en el carrusel de carga, donde se almacenan las municiones, junto a la sala en la que se encuentra la tripulación. Esta munición, básicamente un proyectil y un cartucho con carga, se enciende cuando se dispara y provoca un incendio en el compartimento de combate del tanque.
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Los tiradores ucranianos conocen a fondo el T72 y saben que si apuntan bien tienen muchas opciones de golpear y atravesar la armadura de la sala de carga del tanque, lo que conlleva una explosión de la munición y una trampa mortal para la tripulación.
Otro motivo que explica la aparente facilidad con la que son atacados tiene que ver con la eficacia de los misiles FGM-148 Javelin suministrados a Ucrania por Occidente junto con otras armas antitanque ligeras de próxima generación, caso del NLAW. Los Javelin están siendo especialmente eficaces en el conflicto. Están equipados con dos ojivas: una destruye la armadura reactiva del tanque y la otra atraviesa el chasis.
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