Una adolescente que se encontraba desaparecida misteriosamente desde el día 3 de abril de este año, fue identificada por sus seres queridos en el Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses con sede en Caña de Azúcar, estado Aragua.
Por Luis Antonio Quintero | El Siglo
Pablo Tovar, padre de la menor, identificó a la muchacha como Dayana Paola Tovar Ríos, de 16 años de edad, quien residía en el sector 2 del barrio La Curía en San Mateo del municipio Bolívar.
Comentó a los reporteros que este jueves en la mañana se presentó a la Morgue de Caña de Azúcar a sostener una entrevista con una de las doctoras de Senamecf en relación al hallazgo de un cadáver el Jueves Santo en horas de la tarde en San Mateo.
Tras visualizar varias fotografías y demás evidencias localizadas en la escena del suceso, dijo que se trataría de su hija por las uñas.
“Mi hija tenía por costumbre o mañana comerse las uñas y nosotros sabíamos como eran sus deditos. Todo parece indicar que es Dayana, pero como padre me cuesta creer que ese cadáver sea el de ella”, comentó con sus ojos humedecidos por sus lágrimas.
“La doctora me reafirmó que es mi hija y me mandó a que fuera a declarar en la Base de Homicidios de La Victoria. Tendrá su basamento legal”, expresó.
“Nosotros no sabemos como murió mi chinita. Se estará en presencia de un homicidio o algo raro ahí. El Cicpc está abocado al caso”, comentó el denunciante.
Si habría sido una muerte violenta, me pregunto lo siguiente: “Quién está detrás de esa macabra historia o cuáles serían las razones para cometer ese repudiado acto”, expresó.
En su relato, el señor Tovar manifestó que la muchacha había desaparecido el 3 de abril. Ella salió a realizar una diligencia personal y después regresó a la casa en el barrio La Curía.
Minutos más tarde, entre 9:30 y 10:00 de la mañana, Dayana expresó que saldría de nuevo, pero no dijo para donde se trasladaría. En ese momento tenía puesto un vestido de color rosado y sandalias rojas.
Dijo que la menor abandonó la casa sin llevar su teléfono móvil y después no supimos más nada sobre ella. Tampoco regresó a dormir y ella no acostumbraba ausentarse en tales circunstancias.
Lea más en El Siglo