Orrin Hatch, el veterano senador republicano por Utah, falleció el sábado en Salt Lake City a los 88 años, según anunció la Fundación Orrin G. Hatch.
Hatch, que se retiró en enero de 2019 al final de su último mandato, sirvió en el Senado durante 42 años, lo que le convierte en el senador republicano de Estados Unidos que más tiempo ha estado en el cargo.
Murió rodeado de su familia, según la fundación. La causa de la muerte no fue revelada.
“El senador Orrin G. Hatch personificaba el sueño americano”, afirmó en un comunicado Matt Sandgren, director ejecutivo de la Fundación Hatch. “Hijo de un carpintero y criado entre yeso, superó la pobreza de su juventud para convertirse en senador de Estados Unidos”.
Hatch fue también el senador estadounidense que más tiempo estuvo en el cargo en la historia de Utah. Fue elegido por primera vez en 1976 y anunció su retirada en enero de 2018.
Se refirió a su pasado como boxeador amateur al hacer el anuncio, diciendo en un video: “Todo buen boxeador sabe cuándo colgar los guantes. Y para mí ese momento se acerca pronto”.
Hatch nació en Homestead Park, Pennsylvania, en 1934.
Criado en lo que él llama “una casa destartalada” durante la Gran Depresión, Hatch llegó a ser presidente de tres comités diferentes del Senado y puso su sello en importantes leyes de todo el espectro político.
Hatch se licenció en Historia por la Universidad Brigham Young en 1959 y en Derecho por la Universidad de Pittsburgh en 1962. Se trasladó a Utah en 1969.
El gobernador republicano de Utah, Spencer Cox, tuiteó que “Utah está de luto con la familia Hatch”.
“Su legado de servicio público realmente marcó la diferencia en nuestro estado y nación”, escribió Cox.
Hatch era miembro y exobispo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Se presentó a su primer cargo público en 1976 y venció por poco al senador demócrata Frank Moss, y luego ganó un segundo mandato al vencer al demócrata de Salt Lake City Ted Wilson en 1982. Después no tuvo ningún rival serio.
En el año 2000, Hatch buscó la nominación del Partido Republicano para la presidencia, pero puso fin a su breve candidatura presidencial después de los caucus de Iowa y apoyó a George W. Bush. Cuando entró en la carrera dijo que creía en los milagros y que “probablemente haría falta eso” para ser elegido, según los informes de la época.
En noviembre de 2018, Hatch recibió la Medalla Presidencial de la Libertad, el más alto honor civil, de manos del expresidente Donald Trump.
En la ceremonia, Trump calificó a Hatch de “verdadero estadista estadounidense” y afirmó que “sus logros son demasiado numerosos para contarlos”. Destacó el largo servicio de Hatch en el Senado y también la aprobación de un importante proyecto de ley de reforma fiscal.
Como presidente del Comité de Finanzas del Senado, Hatch fue fundamental para que el proyecto de ley de reforma fiscal republicana de 2017 fuera aprobado en el Congreso, dando a Trump una de las mayores victorias de su Administración.
Durante su larga carrera en el Senado, Hatch patrocinó o copatrocinó más de 750 proyectos de ley que se convirtieron en ley, según la fundación.
En su discurso de despedida el 12 de diciembre de 2018, Hatch lamentó la falta de orden regular y dijo que “el Senado, como institución, está en crisis o al menos puede estarlo”.
“Debemos restaurar la cultura de la cortesía, el compromiso y el respeto mutuo que solía existir aquí. Tanto en nuestra conducta personal como en la pública, debemos ser el mismo cambio que queremos ver en el país. No debemos ser enemigos, sino amigos”, dijo Hatch.
El senador Chuck Grassley, republicano por Iowa, que con 41 años se encuentra entre los 10 senadores más veteranos de todos los tiempos, calificó a Hatch de amigo y dijo que le entristecía su muerte. Grassley, de 88 años, tuiteó que trabajaron juntos en las comisiones de justicia y finanzas durante décadas.
Hatch era un conservador en la mayoría de los temas económicos y sociales, pero se unió a los demócratas en temas como la investigación con células madre, los derechos de las personas con discapacidad y la ampliación del seguro médico infantil.
En su discurso de despedida, relató las “improbables” amistades con demócratas en años anteriores, incluso con el difunto senador demócrata Ted Kennedy, y se preguntó si su amistad podría existir hoy.
También defendió temas del Partido Republicano, como la limitación del aborto, y ayudó a dar forma a la Corte Suprema de Estados Unidos, incluyendo la defensa de Clarence Thomas contra las acusaciones de acoso sexual durante las audiencias de confirmación.
Hatch también abogó por un número de tres dígitos para una línea nacional de prevención del suicidio y salud mental, y patrocinó un proyecto de ley firmado en 2018 que requería un estudio de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su sigla en inglés) sobre el tema. Este mes de julio se pondrá en marcha el número 988. Las llamadas y los mensajes de texto llegarán a la red National Suicide Prevention Lifeline.
Después de que Hatch anunciara su retiro, Mitt Romney se postuló y ganó el escaño en el Senado. Romney, republicano por Utah, calificó el sábado a Hatch de “hombre de visión y logros legislativos sin parangón”.
“Pocos hombres han dejado su huella en el Senado como él. Nuestro poder judicial, nuestra economía y nuestro carácter nacional son más elevados y más seguros gracias a sus años de liderazgo. Un gran hombre, y como su buen amigo Ted Kennedy, un león del Senado”, dijo Romney en un comunicado.
A Hatch le sobreviven su esposa, Elaine, y sus seis hijos. Los arreglos funerarios se anunciarán en una fecha posterior, según la Fundación Hatch.